Sin dictamen de mayoría, finalizó hoy a la tarde el plenario de comisiones en el Senado que debate la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, proyecto que ya cuenta con media sanción por parte de la Cámara de Diputados.
Los senadores a favor de la legalización del aborto hoy no alcanzaron a juntar las 27 firmas necesarias para tener dictamen, en una reunión atravesada por una fuerte discusión reglamentaria.
Según detalló el sitio Parlamentario, de las 53 firmas del total, los legisladores a favor del proyecto reunieron 26: nueve en la Comisión de Salud, 8 en Justicia y Asuntos Penales, y 9 en Asuntos Constitucionales. Sin embargo, según la interpretación del propio jefe del bloque Justicialista, Miguel Pichetto, se necesitaban 27 adhesiones para el dictamen.
Por este motivo, será el 8 de agosto el día clave para continuar este debate técnico y cuando en principio se sometería a votación el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados, que no contiene los cambios acordados en el Senado. Las modificaciones podrían ser introducidas recién el día del debate en la discusión en particular de la norma.
Ese día, los senadores podrían resolver el proyecto de ley entre tres opciones:
1- Aprobación del proyecto en su redacción original
Si el proyecto que viene de diputados consigue dictamen y es votado por la mitad más uno de los senadores presentes quedará aprobado definitivamente. Solo restará esperar que el presidente lo promulgue. El gobierno nacional ya aseguró que no vetará el proyecto, por lo tanto, se convertiría en ley.
2- Rechazo al proyecto
Como la discusión quedó abierta, los senadores también podrían emitir un dictamen para rechazar la propuesta de diputados. Si los legisladores que están en contra de la legalización del aborto logran reunir mayoría, la ley de aborto legal caerá y no podrá ser tratada hasta el próximo período legislativo en 2019.
3- Aprobación con modificaciones
Un grupo de senadores impulsó un proyecto con tres modificaciones claves que no logró obtener dictamen esta tarde. El mismo planteaba la posibilidad de reducir la cantidad de semanas en las que se puede realizar el aborto bajando de 14 a 12; además proponían que las instituciones puedan ser objetoras de conciencia para que puedan abstenerse de practicar abortos; y finalmente buscaban eliminar las sanciones a aquellos médicos que se nieguen a realizar interrupciones voluntarias del embarazo. Este proyecto debería tener en principio dictamen y lograr el voto mayoritario de los senadores para que sea aprobado y el mismo volvería a la Cámara de Diputados para su tratamiento. Si la Cámara Baja lo aprueba, recién se convertiría en ley.
Fuente: La Gaceta