Venezuela amaneció ayer convulsionada con la decisión del presidente Nicolás Maduro de disolver el Parlamento y colocar a un grupo de personas que les responden de manera absoluta.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela asumió las competencias del Parlamento, de amplia mayoría opositora y al que considera en desacato, en una decisión que según analistas representa un paso más hacia un modelo autoritario, aunque opositores fueron más allá y dijeron que se trató de un autogolpe.
“Se advierte que mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las actuaciones de la Asamblea Nacional, esta sala constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas directamente por esta sala o por el órgano que ella disponga para velar por el Estado de Derecho”, indicó un fallo del TSJ publicado la noche del miércoles.
El tribunal, al que la oposición acusa de servir al gobierno de Nicolás Maduro, declaró en desacato al Legislativo a inicios de 2016, debido a la juramentación de tres diputados opositores cuya elección fue suspendida por presunto fraude. Por ello ha anulado todas las decisiones parlamentarias.
Frente a los hechos ocurridos, distintos gobiernos de la región expresaron su preocupación por la situación en Venezuela, calificada por Luis Almagro como un “autogolpe”, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) asumiera las competencias del Parlamento.
El canciller mexicano, Luis Videgaray, aseguró en Bogotá que su gobierno está preocupado por lo que considera un “deterioro del orden democrático” del país bajo el régimen chavista. El diplomático envió su mensaje luego de una reunión con su homóloga colombiana, María Ángela Holguín.
Por su parte, Brasil emitió un comunicado con un tono de condena hacia el dictamen. “El gobierno brasileño repudia la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Venezuela que retiró de la Asamblea Nacional sus prerrogativas, en una clara ruptura del orden constitucional”, aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
A su vez, el gobierno de Chile expresó su “más alta preocupación” por la decisión de la Corte Suprema. “Esta situación nos lleva a consultar con los países amigos cómo proceder de ahora en adelante”, agregó el canciller Heraldo Muñoz, quien también reafirmó lo expresado por 20 países durante una sesión en la OEA en la que pidieron pasos concretos en el organismo para lograr un mayor diálogo y que el país salga de la crisis.
También en Europa
En tanto, la Unión Europea pidió un “calendario electoral claro” en Venezuela y llamó a “respetar a la Asamblea Nacional y a todos sus miembros”, después de las controvertidas decisiones de la Justicia chavista, a través de un comunicado del Servicio Europeo de Acción Exterior. Más temprano, la Cancillería de Perú anunció el retiro “definitivo” de su embajador en Venezuela. “Es inaceptable lo que ocurre”, exclamó el presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien condenó la “ruptura de la democracia” en el país. También se expresó al respecto el secretario general del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), el diputado panameño Elías Castillo, quien señaló que “no hay democracia sin Parlamento”, al ser cuestionado por la situación venezolana. Castillo su brayó el principio de separación de los poderes del Estado y la obligación de que trabajen en “armónica colaboración”.
El Tribuno