Luego de una nueva jornada de protestas contra el Gobierno Nacional en los principales puntos del país, reapareció Mauricio Macri. El ex presidente hizo un análisis de sus cuatro años de gestión con una fuerte autocrítica con la que justificó el regreso del kirchnerismo al poder y apuntó contra Cristina Kirchner
Este lunes por la tarde miles de manifestantes se concentraron en el Obelisco porteño y en distintas ciudades del país para protestar contra las políticas de la gestión de Alberto Fernández, bajo la consigna de pedir “por la economía, la salud, la educación y la libertad de los argentinos”.
Al término de la marcha, Mauricio Macri utilizó sus redes sociales para expresar que “las crecientes movilizaciones pacíficas, el coraje y la convicción de las personas que las acompañan, son la demostración de que a pesar de nuestros problemas actuales tenemos que ser muy optimistas respecto a nuestro futuro”.
Desde su casa en Acassuso, partido de San Isidro, el ex jefe de Estado brindó una entrevista con Todo Noticias en la que aportó su lectura de la manifestación de este lunes contra el Gobierno, realizó una autocrítica del suyo y apuntó contra la agenda paralela de Cristina Kirchner.
Sobre las marchas en los principales puntos del país expresó que “demuestra la decisión que existe en el pueblo de salir adelante”. “Tiene que ver con dos cosas: no al atropello y si a la cultura del trabajo”, resumió.
No obstante, se mostró en contra de que la marcha se haya trasladado frente a la casa de Cristina Kirchner: “No era el lugar, uno tiene que expresarse en un lugar neutral, no en la casa de una persona, no hace falta”.
Tras hacer la lectura política de la jornada, realizó una autocrítica de su gestión. Para Macri, Cambiemos empezó a perder el rumbo luego de las elecciones de medio término de hace tres años: “A partir de 2017, en el Gobierno entramos en una actitud defensiva y perdimos la capacidad de escuchar”.
Al referente opositor este año fuera del poder le sirvió para reflexionar sobre aciertos y errores de su mandato: “Lo que más importa ahora es capitalizar los aprendizajes para que Juntos por el Cambio vuelva con más experiencias”. En ese sentido se remitió a su llegada al Poder Ejecutivo en diciembre de 2015: “Cuando nosotros llegamos empezamos a encontrar información y descubrimos que el Banco Central no tenía reservas; teníamos deudas de todo tipo con los holdouts, con los jubilados; debíamos pagarle a las provincias reclamos pendientes; nos dimos cuenta que el Estado estaba quebrado”.
“Yo podía contar lo que pasaba o expresar un optimismo por lo que se podía lograr y elegí lo segundo. Con el diario del lunes, creo que me equivoqué porque después se sucedieron los esfuerzos y la ciudadanía se fue agotando, especialmente la clase media empezó a sentir que el esfuerzo no terminaba nunca y no era lo que yo había generado”, admitió.
Macri reveló que debido a la cantidad de problemas que padeció en la gestión tuvo que "vetar leyes que no ayudaban y ahí ya el modo defensivo me llevó a perder la capacidad de escuchar. Dejé de explicar porqué estaba pasando cada cosa y esa situación hizo que gran parte de la sociedad dijera ‘esto no va más’ y recién recuperé la capacidad de escuchar en las últimas marchas que hice, pero ya era tarde”.
Por otra parte dio su visión sobre el Frente de Todos. En ese sentido, opinó que “el peronismo está secuestrado por Cristina Kirchner, eso significa que está cooptado por la irracionalidad y por eso es muy difícil sentarse a dialogar con ellos”.
Alberto Fernández ya cumplió 11 meses al frente del Gobierno, Macri los calificó de “muy dañinos” porque se “ha tomado una actitud de miedo, mezclado con autoritarismo”.
“Todos teníamos la esperanza de que el kirchnerismo volviera habiendo aprendido algo, pero cuando empezó a aumentar impuestos, a no respetar la propiedad privada queriendo expropiar Vicentin, a tomar regulaciones de todo tipo, a dar de baja la ley de economía del conocimiento, al ataque del sistema institucional, eso destruyó la credibilidad”, analizó.
Mauricio Macri y Cristina Kirchner en el traspaso de mando de diciembre de 2019 (REUTERS)
En ese sentido dijo que hay “un avance sistemático” que lo encabeza Cristina Kirchner: “La vicepresidenta está conduciendo el Gobierno como todos pensamos que iba a suceder. Tiene una agenda propia en la que ella necesita, bloquear, someter a la Justicia”.
Por otra parte se victimizó al sostener que “ella” se ha dedicado “a perseguirme con las causas como el Correo Argentino y ha logrado que no se respeten los derechos de las partes”.
En este contexto reclamó que haya “un peronismo razonable” como el último gobierno de Juan Domingo Perón, como el de Carlos Menem “a quien se le puede cuestionar muchas cosas, pero no había irracionalidad, no se avalaban las tomas de tierras”, comparó.
Al inicio de su mandato, Macri había pedido que se juzgue su gobierno de acuerdo a los índices de pobreza. Sin embargo nunca alcanzó a cumplir su eslogan de campaña de “pobreza cero”. Ésta vez admitió que el combate contra la pobreza “fue insuficiente”. “Cuando terminé mi gobierno había la misma cantidad de pobres que lo que recibimos”, agregó.
A casi un año de haber dejado el Gobierno, manifestó que no extraña el poder. “Pasé bien este año, reflexionando, la libertad me permitió recuperar tiempo con la familia, fortalecer a Juntos por el Cambio; estoy triste como todos porque veo la destrucción de empleos y de vidas”.
De cara a las Legislativas 2021, dijo que no se ve como candidato: “Me veo cómodo acompañando a los que tienen vocación de liderazgo y consolidar a esas personas”. En ese sentido nombró a Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Omar de Marchi, Maximiliano Ferraro, entre otros miembros de la oposición. “Hay mucho dirigente valioso con ganas de aportar”, remarcó.
Por último se refirió a las diferencias con el oficialismo y la grieta. “Con gente razonable nosotros hacemos un acuerdo en cinco minutos, pero si vamos a soltar cinco mil delincuentes o 500, ahí no podemos acordar. El Gobierno para eso tiene que volver a empezar”, reclamó.