La polémica no se detiene en torno a la muerte del fiscal Alberto Nisman. En medio de la incertidumbre reinante, la madre del hombre que investigaba el atentado a la AMIA, Sara Garfunkel, denunció al presidente Alberto Fernández por una supuesta intromisión en la causa por la muerte de su hijo.
La presentación fue realizada el viernes por el abogado querellante Pablo Lanusse, quien planteó un pedido de reserva de caso federal para que la presunta actitud del mandatario y otros funcionarios nacionales y bonaerenses sean tratadas, en caso de ser necesario, en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En el escrito, el letrado expresó que "frente al avance e intromisión sobre la independencia del Poder Judicial de la Nación y del Ministerio Público Fiscal, consumados por el accionar del propio presidente de la Nación Alberto Fernández, introduzco en debida forma el caso federal ante la afectación a la división de Poderes, el normal funcionamiento de las Instituciones de la República, el debido proceso y las normas de orden público".
Según publicó Infobae, el representante de Garfunkel advirtió que "diversos funcionarios que se desempeñan actualmente en el Poder Ejecutivo Nacional, como en el de la Provincia de Buenos Aires se encuentran vinculados a la causa y/o a sus conexas, y el interés de la sociedad local e internacional en el descubrimiento de la verdad sobre lo investigado".
"Es evidente que el suceso que denuncio y que involucra ahora al propio Presidente de la Nación excede el interés individual de esta querella y se constituye en un caso de gravedad institucional", consideró Lanusse. En ese sentido, cuestionó las declaraciones que hizo el mandatario sobre el accionar de la Gendarmería en la investigación.
Días atrás, Aberto Fernández se refirió al tema al ser consultado por sus dichos en el reciente documental estrenado en Netflix. En un reportaje para esa producción había abonado la hipótesis del crimen. "Hasta el día de hoy, dudo de que se haya suicidado", dijo.
Pero ahora cambió su visión. "Desde 2017, cuando se grabó la entrevista, hasta ahora no apareció ninguna prueba seria que diga que a Nisman lo mataron y apareció una pericia absurda que contradice los más elementales principios", expresó. Y acotó: "Se montó un escenario muchos años después de la muerte sin que ninguno de los peritos haya estado en el lugar del hecho; nunca vi una cosa igual".