En ‘Hybrid Regimes within Democracies. Fiscal Federalism and Subnational Rentier States’, Carlos Gervason expone la realidad de las provincias argentinas en término de democracia a través de indicadores que demuestran el apego de la sociedad a este sistema de gobierno.

En diálogo con LA GACETA, el doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella aseveró que en ese ranking Salta se encuentra de mitad de tabla para abajo. En este sentido, Gervasoni destacó que hay aspectos por los cuales la provincia no cayó en extremos como Santiago del Estero, La Rioja o Formosa.

“Hay provincias dónde los oficialismo nunca perdieron una elección y en Salta eso sucedió en algunas oportunidades”, indicó el profesional y remarcó que en estas latitudes del país se evidencia una competencia electoral por el poder.

Sobre este punto, el especialista detalló que los triunfos de Roberto Augusto Ulloa, en 1991, y el de Juan Manuel Urtubey, en 2007, marcaron puntos de inflexión y demostraron la alternancia del poder en Salta. 

El Foro de Observación de la Calidad Institucional de Salta (FOCIS) invita a participar de la Jornada sobre “Democracia y Autoritarismo en las Provincias Argentinas: Las Rentas del Federalismo Fiscal”. El evento libre y gratuito se realizará en el Salón del primer piso de la Caja de Seguridad Social para Abogados y Procuradores de la Provincia de Salta (Sarmiento 308), el jueves 22 de agosto, a partir de las 20

Sobre los factores que le permiten realizar este ranking de provincias, Gervasoni aseguró que los recursos de transferencias federales que cada jurisdicción recibe Per cápita.

“Cuando hay una gran dependencia de los gobiernos provinciales, hay muchos empleados públicos, los medios subsisten de la pauta oficial y eso genera que poca gente quiera oponerse a ellos a esas gestiones gubernamentales”, enfatizó.

¿Democracia joven?

Consultado por su visión de la democracia argentina, Gervasoni afirmó que está lejos de “de ser perfecta”, pero señaló que los aspectos esenciales se cumplen con la competencia real por el poder y la aceptación de los resultados.

Foto ilustrativa

“Hay razonable libertad de prensa, no hay presos políticos, hay libertad para conformar partidos sin proscripciones. Desde 1983 a la fecha hubo tumbos políticos y económicos, pero se respetaron y garantizaron las libertades básicas, y eso es un éxito”, concluyó.