La muerte de Fredi, un niño wichi con desnutrición del norte de Salta, no solo develó que en la provincia no dejó de aumentar la población de chicos con malnutrición por déficit sino que además mostró un sistema sanitario y una política de primera infancia cuestionables. Así lo consideró el abogado Santiago Pedroza que denunciará en la Justicia al gobernador Juan Manuel Urtubey por este hecho.
El abogado explicó a LA GACETA que la denuncia se hará por “noticia criminis”. Técnicamente significa que el letrado está poniendo en conocimiento del hecho a la Justicia y requiere que el fiscal investigue de oficio, al considerar que el Estado incumplió una serie de funciones que debía garantizar la salud y el integro desarrollo del niño
“Pero ahora estamos ampliando la denuncia para presentarla mañana”, advirtió Pedroza, quien también encontró “inadmisible” el decreto firmado por el gobernador y publicado este lunes en el Boletín Oficial de la provincia que permite cazar, comercializar y comer la carne de iguana colorada en los departamentos de Anta, San Martín, Orán y Rivadavia.
Es decir, el abogado denunciará en primer lugar al mandatario y en segundo término al ministro de Primera Infancia, Carlos Abelerira, y a la Fundación Conin con la cual el gobierno trabaja hace cinco años para combatir la desnutrición en el territorio salteño. “El resultado fatal no es culpa de los padres sino que entendemos que es culpa del sistema sanitario que no funcionó como corresponde”, dijo Pedroza.
A esto, el denunciante solicitará al fiscal que “determine la no aplicación del decreto vergonzoso que permite cazar y alimentarse de estas iguanas”, según señaló.
“De ninguna manera esta medida puede ser paliativa para alimentarse en la zona. La carne de las iguanas tiene bacterias que transmiten no menos de cuatro enfermedades y en los niños menores de seis años puede generar hasta una gastroenteritis moral, según los médicos consultados”, advirtió.
“¿Quién va a hacer el control bromatológico de la carne?”, se preguntó Pedroza, quien no dudó que estos animales hayan sido alimento para los pobladores originarios, pero “por cuestiones éticas y de moral” consideró inaceptable la medida.