En los últimos días se desató una polémica con el programa Copa de Leche, porque se acusó al gobierno de que hay un supuesto sobreprecio que se paga en base a las ofertas que se hicieron para proveer al Estado de la mercadería necesaria para el programa. Según las denuncias hechas, se le paga $20 más a la empresa elegida que es Prolacsa, quien ofrece el litro de leche a $94,38, frente a la empresa Cosalta que proponía cobrar entre $72 y $75 el litro de leche. El problema está en que aseguran que la empresa Prolacsa pertenece “Pino” Paz Posse y el ex gobernador, Juan Manuel Urtubey.
Por esto, en Radio Pacífico hablaron con la licenciada Natalia Arias, responsable de la Agencia de Contención y Desarrollo Comunitario, encargada del programa Copa de Leche. “Desconozco si la empresa pertenece a Paz Posse y a Urtubey. La Copa de Leche viene existiendo hace muchos años pero se ha tenido que repensar como va a ser la ejecución de este programa con la situación de pandemia. Por eso, lo único que solicitamos es que la leche venga envasada en tetra brik”, explicó Natalia.
Según explica la licenciada, se solicitó este pedido, primero por una cuestión sanitaria, y segundo por la larga vida útil del producto envasado de esta forma, ya que “en pandemia uno no sabe cuándo se puede cortar todo, entonces se busca que lo que quede en las escuelas tenga vida útil hasta que se vuelvan a retomar las clases presenciales”.
Arias aseguró que poco conocen en su área sobre los pormenores de la contratación, ya que el único requisito que ellos solicitaron fue el envase. “Nosotros estamos pensando cómo generar una asistencia alimentaria en tiempos de Covid, cuidada y segura”, afirmó.
La Copa de Leche se había suspendido en noviembre de 2019, cuando se eliminaron las cooperadoras asistenciales, y después de muchos reclamos fue restituido el 10 de mayo, pero sólo en las escuelas de la capital salteña. Lo que ofrece este programa es leche con chocolate 3 veces a la semana y dos veces mate cocido con pan, beneficiando a unos 80 mil niños y niñas.
