Desde hace un mes que un niño carente de recursos no logra recibir el tratamiento de radioterapia indicado para tratar su cáncer debido a un conflicto entre el Hospital Público Materno Infantil y la Asociación Salteña de Anestesistas.
Sucede que la práctica se realiza en un centro externo al hospital y su costo económico es cubierto por Nación, excepto el anestesista, lo que desencadenó todo un problema que llama la atención y genera indignación en la población.
"El presupuesto que nos pasaron de anestesistas lo consideramos bastante oneroso, por lo que decidimos mandar uno de los nuestros para que realice la anestesia correspondiente y esa plata invertirla en otros pacientes oncológicos", dijo a El Tribuno el gerente del Materno Infantil, Federico Mangione.
Precisó que para el primer paciente (porque son dos niños, uno que sí logra recibir la radioterapia y otro que todavía no) se pidió 1.300.000 pesos de honorarios y 400 mil para el que hace el estudio. "Yo dije que me parecía un horror pagar esa plata y mandamos nuestro anestesista", manifestó el médico.
El tema es que este profesional tuvo problemas y quedó en una situación incómoda porque "son socios de la Asociación, ellos consideraron que habían sido violentados en su lugar de trabajo, hablaron con el anestesista nuestro para decirle que nos cobre y no le acepté porque estaba en horario de trabajo del hospital", relató.
Mangione dialogó ayer con el presidente de la Asociación Salteña de Anestesistas, a quien le pidió "un poco de empatía" y le insistió que permita al hospital enviar a su propio anestesista, en el caso de los pacientes carenciados que no cuentan con medios para solventar un tratamiento médico y solo dependen del hospital público.
Aclaró que con pacientes con obra social no dice nada porque eso ya lo cubre la obra social. Y lanzó: "Yo no me meto en el trabajo de ellos, pero tampoco se metan ellos en el tratamiento de mi paciente".
Comentó que, en principio, se llegó a un acuerdo y se permitiría que vaya un anestesista del hospital a dar anestesia y después se sentarían a charlar. Lo cierto es que hoy sería un día clave para el niño oncológico que espera por radioterapia y lucha por su vida.