Profesionales del hospital San Bernardo realizaron una cirugía de estimulación cerebral profunda a una mujer adulta diagnosticada con enfermedad de Parkinson. Se trata de la primera intervención quirúrgica de este tipo, con paciente despierta, que se realiza en un establecimiento público de la provincia.

En el procedimiento intervinieron profesionales de los servicios de Neurocirugía, Neurología y Anestesia, más el personal de apoyo que requiere una cirugía de alta complejidad. Comenzó con la colocación de un marco de estereotaxia en la cabeza de la paciente, tras lo cual se le realizó una tomografía.

Las imágenes obtenidas se fusionaron con las de una resonancia magnética. A través de un software específico se obtuvieron las coordenadas para la colocación de electrodos en áreas determinadas del cerebro.

Al estar la paciente despierta, se pudo registrar la actividad cerebral con electrodos y evaluar la respuesta a la estimulación. Una vez detectado el blanco, se situaron los electrodos definitivos para permitir la estimulación y se conectaron a una batería, similar a un marcapasos, que se encarga de enviar los estímulos eléctricos. El procedimiento fue exitoso y la paciente ya recibió el alta médica.

Si bien hasta el momento no existe un tratamiento que cure para la enfermedad de Parkinson, con este procedimiento los pacientes pueden mejorar la calidad de vida, ya que mejoran sus síntomas motores, principalmente la rigidez, el temblor y complicaciones tales como los movimientos involuntarios asociados a medicación.

Esta intervención requiere esfuerzo y dedicación para evaluar a qué pacientes se puede aplicar la cirugía. Se estima que un 20% de las personas con enfermedad de Parkinson pueden beneficiarse con el procedimiento quirúrgico. 

El equipo de profesionales que participó en la intervención estuvo encabezado por los médicos neurocirujanos William Velazquez, Carolina Montenegro y Santiago Driollet, la neuróloga Carolina Villa y los anestesiólogos Diego Hernández y Agustina Sánchez. El procedimiento requirió de equipamiento específico y técnicos provenientes de Buenos Aires, siendo solventado por la obra social de jubilados y pensionados PAMI.