El Ministerio de Salud Pública recuerda la importancia de que los artefactos de calefacción a gas estén en buenas condiciones de uso, a fin de evitar accidentes por inhalación de monóxido de carbono, que pueden ocasionar la muerte de familias enteras.
Asimismo, reitera los cuidados que se deben tener en el uso de braseros en el interior de la vivienda y otras medidas de prevención.
Después de meses sin funcionar y antes de volverlos a usar, los artefactos de calefacción a gas deben ser limpiados y revisados por técnicos matriculados, a fin de detectar posibles pérdidas de gas o mal funcionamiento.
Los aparatos que no están en buenas condiciones pueden generar monóxido de carbono, sustancia gaseosa imperceptible pero muy peligrosa, cuya inhalación es sumamente nociva y puede ocasionar la muerte.
Durante las jornadas de frío intenso, las familias recurren a distintos medios para calefaccionar el ambiente, como artefactos a gas, carbón u otro combustible que, si no están en buenas condiciones de funcionamiento o se los usa de manera inadecuada, representan un serio riesgo.
- Las muertes por intoxicación con monóxido de carbono son prevenibles y evitables.
- Gran parte de los casos ocurren por mal uso de braseros o funcionamiento deficiente de artefactos a gas en ambientes mal ventilados.
- La sustancia se origina en artefactos que queman gas, carbón, leña, querosén, alcohol u otro combustible, en ambientes sin suficiente oxígeno.
- El monóxido de carbono es un gas que no tiene olor ni color.
- Se encuentra en el humo de la combustión que producen braseros, estufas a gas y otros sistemas de calefacción, velas, vehículos con motor encendido, etc.
Por eso, es importante no mantener los ambientes completamente cerrados, para evitar la acumulación del gas.
El Ministerio de Salud Pública recomienda encargar el mantenimiento de los artefactos a gas a técnicos matriculados, ya que esta tarea requiere de conocimientos específicos.
También, recuerda que no se debe utilizar hornallas u hornos de cocina para calentar los ambientes.
En el caso de que se utilice brasero, se lo debe encender fuera de la casa y no se lo debe entrar hasta que el carbón esté completamente prendido, manteniendo una ventana abierta para permitir la circulación de aire.
Es muy importante no dejarlo en el interior, sobre todo cuando las personas se retiran a dormir. Nunca se debe dormir con velas o braseros encendidos, ya que al riesgo de intoxicación por monóxido de carbono se suma la posibilidad de incendio.
Tampoco se debe instalar el calefón en el interior del baño. La salida al exterior de calefones y calefactores debe ser controlada periódicamente por gasistas matriculados.
La llama de los quemadores de horno y hornallas debe ser siempre azul; si presenta color amarillo o anaranjado, es por la presencia de monóxido de carbono. En ese caso, se debe revisar los artefactos de inmediato.
Se recomienda también revisar chimeneas, ya que algunas aves pueden construir su nido en ellas y obstruir la salida de los gases.
Otro cuidado que se debe tener, es no encender el motor de vehículos en lugares cerrados, ya que el humo del caño de escape produce alta concentración de monóxido de carbono.
La intoxicación por monóxido de carbono provoca:
- dolor de cabeza
- mareos
- debilidad
- náuseas
- vómitos
- dolor en el pecho
- confusión
- pérdida del conocimiento
Las personas dormidas pueden morir sin poder reaccionar. Ante la sospecha de intoxicación, se debe retirar de inmediato a la persona del ambiente contaminado, ventilar el lugar y solicitar ayuda al Sistema de Emergencias 911.