A casi seis meses de asumir como titular de Aguas del Norte, Luis María García Salado realizó un balance de la gestión durante los meses atravesados por la pandemia del coronavirus. Se refirió a la situación económica de la empresa y a los proyectos para solucionar la rotura de cañerías. 

“Después de 4 o 5 meses sí conocemos la realidad de la empresa en todo sentido, hemos tenido serios problemas económicos. Gracias al apoyo del área de economía de la provincia, tuve que refinanciar la deuda con mucho de los proveedores sobre todo de los productos químicos”, dijo por Multivisión Federal.

Salado agregó que en éstos meses han logrado normalizar la empresa, “es decir, sabemos que en la refinanciación que hemos hecho, qué tenemos que pagar, cómo tenemos que pagar, muchos de nuestros acreedores que son contratistas de obras, lo hemos podido incorporar a este plan de pago de deudas que gestionó la provincia”.

En cuanto a la capacidad de respuesta a los reclamos de los usuarios, Salado aclaró que la cuarentena por el coronavirus generó una mayor demora. “Al venir el tema de la pandemia, que fue a partir del 12 de marzo, nosotros veníamos con 1.100 reclamos atrasados porque en el mes de septiembre se habían recibido 4.000 reclamos, cuando asumió el nuevo gerente de servicio en su momento y con la gestión anterior comenzaron a incorporar más equipos, más gente para salir a solucionar y se llegó a bajar a cerca de 1.400, 1.500 reclamos atrasados a solucionar. Hoy ya estamos atrasados, por supuesto en 3.100, porque llegamos a estar de vuelta en casi 4.000, por esta situación de emergencia en la que estamos".

Sobre las proyecciones para los próximos meses, el titular del organismo indicó que se elaboró un “estudio real de cuáles son las áreas de distribución de agua en todos los municipios donde prestamos el servicio, los porcentajes de cañerías que son de fibrocemento, que son las que se rompen, en muchos casos no existen, las de hierro, que son las que se rompen y cuáles son los porcentajes de PVC de alta calidad, que son los que hoy deben circular”.

En base a ese estudio, se elaboró un proyecto “para ir cambiando este tipo de cañerías”. También se realizó un “relevamiento del municipio de Salta Capital y de la gran Salta, de cuáles son los barrios o los asentamientos que tendrían que tener posibilidades de tener agua y/o cloacas, eso lo tenemos analizado. Es decir, es hizo en estos cinco meses un trabajo para saber realmente donde estamos parados. Estamos con las pilas puestas, con ganas de trabajar y con ganas de solucionar este tema”.