Más allá de los resultados intelectuales que se pueden percibir después de un examen, está la realidad de esos alumnos: el contexto familiar y las relaciones dentro de un establecimiento que debería abrir sus puertas para crear oportunidades. 

Más allá del desempeño escolar, el examen Aprender, realizado por el gobierno nacional, también permite conocer el detalle el resquebrajamiento social de los jóvenes salteños, las gritas y los contrastes, entre los que se cuentan, alumnas embarazadas, la pobreza de los jóvenes indígenas, colegios privados y escuelas públicas. 

Queda claro que algo está fallando dentro de las instituciones educativas, si solo el 11% de sus alumnos de secundario perciben a su escuela “positivamente”. Otro dato preocupante es que el 28% de los adolescentes respondió que se lleva bien con pocos o ninguno de sus compañeros. 

En la primaria los porcentajes negativos son inferiores, pero no lo suficiente. Más de la mitad dio cuenta de que en las aulas salteñas molestan a los que sacan buenas notas. Un porcentaje superior confirma que discriminan por religión, característica física, nacionalidad o etnia.

Estudiantes de pueblos originarios

El 11% de los estudiantes de primaria que realizó el examen dijo pertenecer a un pueblo indígena. El gobierno nacional comparó los datos y la influencia de los problemas económicos se percibe en la cantidad de alumnos que están por debajo del nivel básico. De los que pertenecen a pueblos originarios, el 19,9% no alcanzó el nivel básico en Ciencias Sociales. De los alumnos provenientes de hogares “criollos”, el 9,7% no sobrepasó ese nivel. En Ciencias Naturales, los porcentajes son similares: 19,6% vs 10,3%.

No es la única grieta a zanjar. El examen trazó, asimismo, un parangón según la condición migratoria del hogar. El 9% de los estudiantes pertenece a una familia en donde el propio alumno, su madre o su padre nacieron fuera de Argentina. Un dato en el que hace hincapié el informe: la mayor proporción de estudiantes perteneciente a una familia migrante registra una situación económica compleja.

“Se observa que un 59,9% de los estudiantes pertenecientes a un hogar migrante alcanza niveles de desempeño Avanzado/Satisfactorio, mientras que el 15,8% se ubica Por debajo del nivel básico. Entre los estudiantes que declaran no pertenecer a un hogar migrante, el porcentaje es de 66,1% para Avanzado/Satisfactorio y de 12,5% Por debajo del nivel básico”, dice el informe. 

Por otra parte, el informe compara el desempeño de los alumnos de establecimientos urbanos con los de poblaciones rurales. El número de jóvenes que alcanza un nivel avanzado/satisfactorio es similar, aunque una brecha se abre cuando se compara a los que no llegan al nivel básico: en el ámbito urbano, ese porcentaje llega al 12.5%; en el rural es del 17,7%. 

Escuela Pública vs Escuela Privada

Hace tiempo el presidente Mauricio Macri dijo que algunos tienen la suerte de ir a colegios privados, mientras otros caen en la escuela pública. 

Los resultados de Aprender sí muestran un abismo de oportunidades, según los ingresos. En Ciencias Naturales, en escuelas públicas, hubo un 73% que alcanzó un nivel avanzado o satisfactorio; y por otro lado un 9,5% estuvo por debajo del nivel básico. En las instituciones privadas los porcentajes fueron de 91,6% y 2,8%, respectivamente. 

Tener hijos

En los secundarios, donde se evaluó a los alumnos en Lengua y Matemática, también se percibió la diferencia de rendimiento entre estudiantes que tenían hijos y los que no. Primera brecha: un 5% de los varones respondientes de Aprender manifestó que tiene hijos; mientras que un 11% de las mujeres respondientes dijo que tenía hijos o estaba embarazada. Y tener un hijo afecta mucho más el desempeño escolar de las mujeres, que de los alumnos/padres.

Fuente: La Gaceta