SOCIEDAD

Cannabis medicinal: un centenar de familias salteñas cultivan en la clandestinidad

Cannabis medicinal: un centenar de familias salteñas cultivan en la clandestinidad

A pesar de los avances que habilitó la ley, el uso de la planta para tratar enfermedades sigue siendo problemático y no se avanzó en el programa de investigación.

A más de un año de la promulgación de la ley que permitió el uso medicinal del cannabis en Argentina, la mayoría de los pacientes que podrían beneficiarse con sus propiedades siguen sin acceder a sus derivados y la ley tampoco prevé la posibilidad de cultivar la planta para elaborarlos. La salida, para muchos de ellos, es hacerlo en la clandestinidad, consiguiendo las semillas a través de contactos que ayudan a abastecerlos, transmitiéndose lo aprendido en foros y grupos de acompañamiento, elaborando el aceite de manera artesanal para paliar el malestar de los seres queridos.

La escena, entre esperanzada y desesperada, es la que habitan cientos de salteños, los que de a poco se van sumando a las redes de autocultivo guiados por la experiencia de Mamá Cultiva Argentina, una organización que promueve esta actividad para mejorar el estado de niños con epilepsia refractaria, esclerosis múltiple, parkinson, o artritis, entre otras muchas enfermedades. Es un paliativo, dicen ellas, no una cura, pero marca la diferencia entre tener a sus hijos con la mirada perdida, desconectados del mundo, a verlos conversar, sonreir, recuperar posibilidades de interacción con otros o incluso volver a la escuela.

"La posibilidad de cultivar cannabis en Salta está totalmente abierta, pero estamos en una etapa incipiente". Bruno Baldi, director INTA Cerrillos

¿Qué se está haciendo desde el Estado?

La ley 27.350 fue el primer gran paso que debía darse en cuanto a derechos, con la creación del Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus Derivados y Tratamientos no Convencionales. Sin embargo, un año después, las investigaciones todavía no comenzaron y el cultivo legal de cannabis -al menos para estudiar sus posibles aplicaciones- sigue siendo un proyecto.

En la Estación Experimental del INTA en Cerrillos, el proyecto de cultivar cannabis sigue en espera de avances desde agosto del año pasado, cuando comenzaron las reuniones con el Ministerio de Salud y un grupo de especialistas de la UNSa para desarrollar cultivos y potenciales investigaciones. Bruno Baldi, director de la sede regional, asegura que no se llegó todavía a concretar ningún acuerdo para trabajar en la investigación ni en la producción de cannabis. "Estamos en una instancia muy preliminar, por más que se trate de una ley aprobada hace ya un año"; dice a LA GACETA y agrega que en su gestión se trata de una línea prioritaria de trabajo pero que no puede avanzar de manera unilateral si no hay relacionamiento institucional. "La posibilidad está totalmente abierta, pero estamos en una etapa incipiente", subraya.

Y mientras la producción local no avanza, Santa Fe es por ahora la única provincia que está moviendo las fichas posibles para implementar estudios sobre la planta y tratar varias enfermedades. El gobierno santafesino espera la autorización de la Nación para importar 50 kilos de cogollos para la elaboración de 50 litros de aceite en el Laboratorio Industrial Farmacéutico Sociedad del Estado. El producto se fraccionara en dos mil frascos de 50ml, con una concentración de 50mg por ml de CBD, uno de los componentes de la planta que se aplica en el tratamiento de la epilepsia refractaria.

En Argentina, solo el aceite importado de Charlotte's Web es el que se autorizó para la comercialización y el consumo en el país para tratar la epilepsia refractaria, a 280 dólares el frasco más un par de miles de pesos del envío a domicilio si no se lo retira en Ezeiza.

El Hospital Garrahan estudiará los efectos y eficacia del cannabis en 100 pacientes

La reciente autorización de parte del Ministerio de Salud para que se realice un estudio en el Hospital Garrahan sobre la efectividad y seguridad del aceite de cannabis en niños con epilepsia refractaria aparece como la primera señal de avance argentino en la materia. Marcelo Morante, uno de los médicos encargados de la capacitación en el uso de estas terapias, explica a LA GACETA que la importancia del proyecto radica en que es el primer gran paso para dar un marco de seriedad a la investigación y el estudio. 

"La ley plantea que debe haber una producción nacional de un producto estandarizado. Los tres puntos del proyecto son desarrollar la investigación con el Hospital Garrahan, trabajar en la capacitación médica y generar un cultivo para la producción nacional en el INTA de Castelar", explica el médico, uno de los referentes del uso del cannabis en medicina en Argentina.

Diego Sarasola, docente de la Universidad de La Plata y director del Programa Nacional para el Estudio y la Investigación del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis, sus Derivados y Tratamientos No Convencionales explicó en una entrevista con diario Perfil que los pacientes que se incorporen al estudio -que serían unas 100 personas, entre las que habrá pacientes de ocho provincias incluida Salta- recibirán el aceite de cannabis estandarizado con controles médicos estrictos, tanto de ingreso como posteriores.

"Nosotros seguimos siendo ilegales, clandestinos", dice una madre salteña que participa de las redes de cultivadores. "Nos juntamos a elaborar el aceite pero no tenemos el poder adquisitivo para presentar un recurso de amparo que nos permita hacerlo de manera legal"

¿Qué pasa en Salta con el cultivo de cannabis?

"En Salta no se está haciendo mucho en investigación y el problema es que la reglamentación de la ley no establece pautas para el cultivo, y no se puede hacer una investigación ni un protocolo formal si el producto es ilegal", dice Juan Pablo Zorrilla, neurólogo y miembro del Comité de Investigación del Uso Medicinal del Cannabis en Salta. "Está todo muy trabado y la articulación de instituciones como Conicet, INTA y el Estado queda muy bonito pero en la realidad no se está desarrollando", agrega en diálogo con LA GACETA.

Lo que sí se está haciendo, agrega, es proveer el aceite importado a pacientes sin cobertura y a los afiliados a IPS, un total de 23 beneficiarios en Salta, un pequeño porcentaje de una población estimada de 1200 personas que padecen epilepsia refractaria en toda la provincia. Por ahora, solo el aceite importado de Charlotte's Web es el que se autorizó para la comercialización y el consumo en el país para tratar la epilepsia refractaria, a 280 dólares el frasco más un par de miles de pesos del envío a domicilio si no se lo retira en Ezeiza.

Cultivar hasta que venga la policía

"Nosotros seguimos siendo ilegales, clandestinos", dice una madre salteña que participa de las redes de cultivadores. "Nos juntamos a elaborar el aceite pero no tenemos el poder adquisitivo para presentar un recurso de amparo que nos permita hacerlo de manera legal", agrega, en referencia al fallo que resolvió el Juez Federal de Salta Julio Bavio, en el que se hizo lugar por primera vez en el país a una medida cautelar solicitada por una mamá salteña que necesitaba cultivar cannabis para tratar a su hijo.

"En el tratamiento de la epilepsia, el 6% de los pacientes puede empeorar por el uso de cannabis y en el 80% de los casos produce efectos adversos". Juan Pablo Zorrilla, neurólogo.

"Quiero creer que con los antecedentes que tenemos, si nos descubren seguramente nos detendrán, nos llevarán las plantas y después tendrán que devolverlas", agrega la cultivadora y asegura que hay por lo menos unas 100 familias que cultivan de manera clandestina la planta de canabis para elaborar medicinas.

El costo para comenzar los trámites de una medida cautelar son, según cuenta Guido Giacosa a LA GACETA, los de llevar a cabo un proceso que define como "desafío documental" del caso médico. El abogado fue uno de los representantes legales de la familia salteña alcanzada por la medida cautelar de la Justicia Federal y explica que puede llevar varios miles de pesos afrontar el pago de estampillados, certificaciones de firmas, elaboración de informes y las copias de los estudios médicos para construir el expediente. Además están los costos de los honorarios de los abogados, aunque también existe la posibilidad de obtener representación legal gratuita en la Defensoría del Pueblo o el Colegio de Abogados.

Algo más que una planta: riesgos y ventajas del autocultivo

Para Zorrilla, el uso del cannabis debe ser, antes que nada estudiado científicamente. "Estoy convencido de que es una droga del futuro pero tenemos que ser responsables en su uso y difusión. El cannabis tiene compuestos que son drogas y la tenemos que indicar de este modo. Entonces, que se difunda como una planta con propiedades, como si fuera aloe vera, no es correcto", dice.

Entre los riesgos que señala el neurólogo está además el papel y responsabilidad del Estado que, en caso de autorizar el autocultivo, habilita que cualquier persona fabrique aceite, lo administre y asuma roles de farmacéutico, técnico, biólogo y botánico sin serlo. "En el tratamiento de la epilepsia, el 6% de los pacientes puede empeorar por el uso de cannabis y en el 80% de los casos produce efectos adversos como somnolencia, entonces tenemos que ser responsables", señala.

Mientras en países como Israel el uso del cannabidiol se aplica desde hace una década en el tratamiento de enfermedades diversas, Argentina está todavía muy detrás en el debate sobre su uso y la reticencia en el ambiente médico es parte del problema. "Los perfiles culturales y religiosos a veces prejuzgan y se complica el tema. En Salta decimos que lo queremos implementar pero no hay decisión de hacerlo. Es un producto que importarlo cuesta unos $12.000 por mes, que necesita ser controlado y realizar seguimientos. Mi planteo con el programa del cannabis medicinal es que los pacientes entren en un protocolo de investigación para conocer resultados concretos de su uso", agrega.

El neurólogo dice además que las respuestas positivas al aceite no son necesariamente indicadores de mejoría. "Que veas bien a tu hijo no significa que esté bien. Necesitamos determinar desde el punto de vista científico qué es estar bien y conocer las tasas de complicaciones y trastornos cognitivos".

Epidiolex: el cannabis sintético que inventaron los ingleses

Las marchas y reclamos por la legalización del autocultivo para uso medicinal podrían terminarse en junio próximo, cuando comience a comercializarse un cannabidiol sintético que fabricó el laboratorio británico GW Pharmaceuticals.

Se trata del Epidiolex, una fórmula farmacéutica de cannabidiol purificado (CBD), desarrollado para el tratamiento de la epilepsia rara y severa, de inicio en la infancia.

El laboratorio presentó la solicitud de aprobación ante la FDA como "tratamiento adyuvante para las crisis asociadas con LGS y el síndrome de Dravet", y se espera que esté disponible en el mercado en la segunda mitad del año. El medicamento se administra como jarabe saborizado y no contiene THC.

 

Fuente: La Gaceta



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