Claudio Avruj asumió el 10 de diciembre de 2015 en el cargo de secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural. Este lunes acompañó a Malvinas a los familiares de los caídos que fueron identificados en el cementerio de Darwin. En diálogo con El Tribuno, el funcionario criticó a la gestión anterior y consideró que “el indebido uso político” no permitió que se llegara antes a saber dónde estaba enterrado cada soldado. El funcionario nacional también expresó su opinión sobre los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo que se pintaron alrededor del monolito que homenajea a Martín Miguel de Güemes, en la plaza Belgrano. “Los argentinos tenemos que saber respetar los símbolos. Los pañuelos tienen una simbología impresionante en la conciencia colectiva de los argentinos; Güemes también la tiene y no se puede sobreponer una cosa a la otra sin saber respetar los lugares”, acotó el secretario de Derechos Humanos.
El lunes visitaron las islas Malvinas, más precisamente fueron al cementerio de Darwin para que unos 240 familiares de soldados caídos pudieran darles finalmente sepultura. ¿Cómo vivió esa experiencia?
Fue una experiencia increíble, profundamente emotiva, con una sensibilidad enorme, donde se escuchó definitivamente el sonido del alma de todos ahí en Malvinas y se llenó de vida. Es la posibilidad que el Estado argentino junto con el Estado de Gran Bretaña le dieron a los familiares: saber después de 36 años dónde yacían sus seres queridos, darles este homenaje póstumo y hacer el duelo. Esto tiene un significado enorme. Donde también, en la consideración nos interpela el daño que puede hacer el Estado cuando es ausente e indiferente.
El proceso de exhumación, análisis, documentación y reinhumación de los restos de soldados argentinos caídos en la guerra de Malvinas que fueron sepultados en 121 tumbas en Malvinas lleva un par de años, sin embargo en estos dos últimos años se pudo adelantar. ¿Qué fue lo que pasó y por qué duró tanto este proceso?
Esto comienza en enero del 2008 por iniciativa de Julio Aro (excombatiente de Malvinas que impulsó el proceso de identificación de los soldados argentinos enterrados en Darwin y propuesto para Premio Nobel de la Paz) y Gabriela Cociffi, de la Fundación No Me Olvides. Se contactan con el coronel británico Geoffrey Cardozo, quien había enterrado a los chicos, les había dado sepultura. Durante muchos años ellos no obtuvieron respuesta alguna por parte del Estado. En 2011, viene Roger Waters al país, y se interesa por el tema y se le trasmite una opinión personal a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Luego de eso, ella da el puntapié inicial, pero pasaron muchas otras cosas. La mala gestión, el indebido uso político y las especulaciones, no permitieron a la gestión seguir. Quedó trunca hasta diciembre de 2015, cuando el presidente Mauricio Macri nos impone la misión a la Cancillería y a nosotros de concluir la tarea, que se concluye con el acuerdo firmado en diciembre del 2016. Ahí empezamos a conseguir las muestras que faltaban de los familiares y a trabajar seriamente para lograr en el mes de junio... julio, como se hizo, el trabajo de exhumación e identificación. Eso hay que entenderlo. Lo que no se hizo anteriormente se inscribe en la mala gestión que atravesó todo el gobierno anterior en general, las malas relaciones o nulas con Gran Bretaña y el resto del mundo y la pelea y enfrentamiento permanente con las fuerzas armadas.
En una entrevista con La Nación salió con todo contra Cristina Kirchner por la identificación de los soldados, al decir que “se subió al carro del resultado” ¿Por qué?
En los últimos días ella había tuiteado que se había encontrado con unos familiares y está muy bien que celebre pero el trabajo fue realizado durante nuestra gestión. Pero no importa, nosotros no hacemos vanagloria de eso.
Son 121 tumbas las que existen en el Cementerio de Darwin, ¿qué va a pasar con el resto de los soldados que se encuentran todavía sin identificar?
Lo que falta todavía es conseguir que los familiares que se negaron, viendo este resultado, nos permitan tener esas muestras de ADN para cotejar con los cuerpos que fueron exhumados, así podemos identificarlos y completar los nombres de todos los héroes de Malvinas. Eso se va a hacer a partir del miércoles.
¿La postura del Gobierno es seguir reclamando la soberanía sobre las islas?
El Gobierno argentino tiene un mandato constitucional, tiene mandato del pueblo y nosotros somos parte, lógicamente, y estamos totalmente convencidos de que el reclamo sobre Malvinas es indeclinable y esto que hemos hecho es un claro mensaje de profundización de nuestro compromiso con Malvinas. Que nadie se equivoque, que nadie malverse el trabajo que hemos hecho y el homenaje a nuestros héroes en Malvinas, que nunca fueron NN, siempre supimos sus nombres y son héroes de Malvinas. Malvinas es la gran causa de todos los argentinos.
En Salta, organizaciones de derechos humanos realizaron pintadas de pañuelos blancos en el monolito en homenaje al Gral. Güemes y una agrupación gaucha las borró. ¿Qué opinión tiene sobre esto?
Los argentinos tenemos que saber respetar los símbolos. Los pañuelos tienen una simbología impresionante en la conciencia colectiva de los argentinos. Güemes también la tiene y no se puede sobreponer una cosa a la otra sin saber respetar los lugares. Yo creo que todos estamos trabajando por la paz, por el diálogo, el encuentro y los extremos de las posiciones fundamentalistas nunca fueron buenos. Yo llamo a la cordura y entiendo que también los monumentos y los espacios públicos tienen que ser respetados y nuestros héroes. Así como respetamos nosotros a nuestros héroes en Malvinas, en este caso, la figura de Güemes tiene que ser absolutamente respetada; y de nuevo, no utilizada políticamente con réditos que no tienen ningún sentido.
¿Piensa que hay una posición radical de ambas partes?
Se plantea de esa manera. Obviamente que yo no apruebo que se haya pintado un monumento público de la envergadura del monumento a Güemes, no lo acepto. Me parece que ya sabemos que la violencia genera violencia y esto tenemos que desterrarlo. Ni violencia verbal ni violencia de hecho ni violencia simbólica, tenemos que trabajar por el encuentro y el respeto de todos.
Usted planteó el debate en el Congreso sobre la despenalización del aborto durante las sesiones del Consejo de Derechos Humanos ¿Qué opinión tiene sobre el tema?
En la sesión de apertura del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en nuestro discurso, hemos comentado como un avance importante en nuestra madurez democrática que el Presidente había habilitado el debate sobre el aborto. Esto fue muy bien visto por el conjunto de las sociedades del mundo, los Estados. Mi posición personal, yo la he dicho muchas veces. Tengo un concepto de la vida en el momento de la concepción y soy contrario al aborto, pero también entiendo que no se puede penalizar y sobre esto tenemos que trabajar porque, ya de por sí, es muy dolorosa la situación para una mujer que tiene que llegar a una situación de aborto por los motivos que fueran. Creo que hay un Estado que tiene que estar presente para ayudar en la educación, prevención y en la contención cuando se dan estas situaciones. Creo que tenemos que evitar la penalización.