Tras ocho meses de permanecer cerrado, el ingenio San Isidro reabrió hoy sus puertas para dar inicio a la zafra 2018. Esta nueva etapa en la vida de un empresa que elabora azúcar desde hace mas de 400 años y de la cual depende toda una economía regional, debería ser tomada con gran entusiasmo, en especial por los extrabajadores de ese ingenio, quienes mantuvieron una fuerte lucha social para que la empresa no permanezca cerrada, se pueda vender y reabrir.
Sin embargo el gremio Soeasi les informó en una asamblea llevada a cabo el viernes por la noche, que los nuevos dueños no contratarán a la mayoría de los despedidos sino que llevarían trabajadores de Tucumán.
Ello llevó a que esta mañana, muchísimos trabajadores locales fuera del ingenio esperen ser empleados, algunos extrabajadores del ingenio y otros no. "Nos dan esperanza de que nos van a tomar, pero no nos dan una respuesta concreta y hace un mes que estamos acá aguardando una oportunidad", dijo un vecino de Campo Santo apostado en la puerta del ingenio.
"Nunca hemos tenido la oportunidad de trabajar acá, siempre yendo lejos a buscar el pan para los hijos, así que estamos esperando y aguardando una oportunidad", contó también Ricardo Herrera, un trabajador del lugar esperanzado por un trabajo digno en el ingenio. Asimismo, Miguel Bustos dijo a El Tribuno: "Queremos que al menos nos den una oportunidad. Hay muchos soldadores, mecánicos, cañistas, eseperamos Hace tres temporadas que hago puerta acá, siempre entran familiares y ahora queremos una oportunidad".
Vilca, quien trabajó durante quince años en el ingenio San Isidro en el sector de Servicios Generales, también se llegó hoy hasta las puertas del ingenio. "Yo trabajé quince años en servicios generales y ahora me dijeron que ninguno de ese sector figura en la lista. El comentario es que ya están todos los tucumanos alojados en las casas de las empresas, pero queremos primero nosotros, y si hay para el resto también claro", dijo esperanzado.