Desde los 7 años, las mujeres conviven en la calle con el mal llamado piropo, la insinuación, la mirada lasciva de los varones, el acorralamiento y el exhibicionismo. Todas situaciones que sufre la mujer por el hecho de serlo serán reflejadas en un mapa interactivo de construcción colectiva.

Hechos de violencia machista, que van desde la agresión verbal hasta el abuso sexual y la violación, podrán ser relatados de forma anónima en una nueva herramienta virtual de Salta, que ya fue instrumentada en otras ciudades y tuvieron una amplia respuesta.

“Estaba esperando el colectivo bajo el techo de un local comercial (había mucho sol), y un hombre pasa y me acorrala en silencio. No tardé en correrlo con la mano y salir de ese lugar”, cuenta una adolescente en el mapa del acoso y el abuso de Santa Fe.

A pocas cuadras, en el centro de la misma ciudad,  otra chica dice: “fui a comprar y a la vuelta hay un lavadero... los empleados me silvaron, gemidos, cuando iba y cuando volvía”. Es una joven de entre 19 y 24 años, que caminaba en horas de la tarde y ahora evita pasar por ahí.

captura mapa de Santa Fe

También hay relatos de abuso sexual ocurridos en sus propias viviendas. “Cuando tenía 9/10 años vivía con mi vieja, ella estaba de novia y su novio a veces venia y se quedaba a dormir. Dormíamos todos en la misma pieza porque no había mucho lugar. Era verano y estábamos los tres acostados viendo tele. Siempre me gustó que mi mamá me rasque la espalda para dormir cuando era chica, un día no sé por qué mi vieja le permitió a este señor que lo haga y yo no tuve problema porque no me parecía mal. El problema es que me empezó a dar besos en la espalda también, con lengua”.

Este relato fue de una joven menor de 24 años, quien dijo además que nunca pudo contárselo a nadie. Lo hizo esta vez, de manera anónima y al entender que lo que le había pasado era un abuso.

El mapa interactivo del acoso y el abuso busca visibilizar esas situaciones violentas que fueron normalizadas por un sistema machista.

“Las distintas modalidades de violencia hacia la mujer modifican nuestras prácticas y limitan nuestra autonomía”, dice Andrea Verdún Sajama, una de las impulsoras de este trabajo que se lleva a delante en la ciudad, a través de un proyecto de Extensión de la Universidad Nacional de Salta en articulación con la Fundación Kamkunapa.

Este tipo de mapa ya funciona en las ciudades de La Plata, Cipoletti, Viedma, Santa Fe, Popayán y Bogotá. Es interactivo y de acceso libre creado por dos arquitectas Irene Bilmes y Elisa Deschamps del equipo de Mapas de lo Efímero.

“Con el mapa querían visibilizar el horror del momento y la inequidad que habita el espacio público”, explica Verdún. Con los relatos, que ya se pueden cargar en el sitio de manera anónima, también se busca desmitificar ciertos discursos machistas que cargan de responsabilidad a la mujer en los hechos de violencia. No es el horario, ni como vestía, ni dónde estaba.