A lo largo de nuestras vidas todos buscamos estar bien física y mentalmente; tener un bienestar general que nos prolongue la expectativa de vida. Y un parámetro clave para llegar a ello es tener un peso ideal a lo largo del tiempo.

Frente a la actual epidemia de sobrepeso y obesidad que hay en el mundo (la Organización Mundial de la Salud estima que más de 600 millones de adultos son obesos, y que el 60% de la población mundial tiene sobrepeso) lograr el peso ideal se ha convertido en el deseo de muchas personas, las cuales buscan tener un cuerpo armónico y saludable.

El peso ideal es el que una persona que nunca tuvo sobrepeso tiene. Suele ser el comúnmente llamado “peso casamiento”. Si una mujer pesa 60 kilos y llega a 100 kilos, el ideal es 60 kilos y el máximo que tuvo, 100 kilos.

El peso posible es el peso máximo que uno puede bajar si tuvo sobrepeso.

¿Cuánto debe bajar de peso la persona? Si baja 10 kilos, está demostrado que su salud mejora, en cuanto al azúcar, presión, movilidad, articulaciones y estado general. Pero no se siente cómoda. Entonces baja un poco más. Y llega a bajar hasta 20 kilos, que es la mitad de lo que engordó. Pero no sigue conforme y baja 10 kilos más. Es decir, totaliza 30 kilos menos. Ese es el peso posible. Es el peso máximo que uno puede bajar si tuvo sobrepeso.

Ir más allá y llegar al peso ideal es posible, pero no es probable. Hay que hacer mucho esfuerzo, mucha actividad física y hay que sostenerlo en el tiempo. Por eso recomendamos siempre bajar una cantidad y luego mantenerse en ella. Y si uno llega a tener buen acompañamiento y un buen plan, es posible bajar esos últimos kilos. Muchas veces la gente sufre por los kilos que no bajó que por los que sí bajó.

Para conocer nuestro peso ideal existen varios parámetros. El Índice de Masa Corporal (IMC) o Índice de Quetelet es el indicador más utilizado internacionalmente para determinar el sobrepeso de la población. Permite calcular el peso ideal para cada persona y nos ayuda a detectar si nos encontramos dentro de los valores saludables o no.

Es un número que pretende determinar, a partir de la estatura y la masa de una persona, si su masa se encuentra en un intervalo saludable. Se utiliza como indicador nutricional desde principios de 1980. A pesar de que el IMC no hace distinción entre los componentes grasos y no grasos de la masa corporal total, éste es el método más práctico para evaluar el grado de riesgo asociado con la obesidad. El índice de masa corporal se calcula multiplicando la altura por altura (ambos valores en metros), y se divide el peso (en kilos) de la persona entre el resultado anterior.

De acuerdo con la OMS, el IMC en adultos suele estar entre 18,5 a 25 como saludable

De acuerdo con la OMS, en adultos suele estar entre 18,5 y 25 como saludable. Un IMC por debajo de 18,5 indica malnutrición o algún problema de salud, mientras que un IMC de 25 o superior indica sobrepeso. A partir de 30 hay obesidad leve, y a partir de 40 hay obesidad mórbida, que puede requerir una operación quirúrgica.

Ejemplo: Si una persona pesa 60 kilos y mide 1,50 el resultado final sería 26,6. Hay que tener en cuenta que el cálculo del IMC “sólo es válido entre personas de 20 y 65 años y nunca para niños, embarazadas, madres lactantes o personas que realizan mucho deporte o de alta competición”.

Tener presente este simple cálculo del índice de masa corporal nos permite identificar rápidamente nuestro estado nutricional y los cambios que se deben implementar a fin de bajar o aumentar de peso. Sirve inclusive como un indicador para estipular una meta que nos propongamos y así marcarnos los kilos a recuperar o quitar.

Es importante destacar que el peso de la persona es un parámetro que varía ampliamente a lo largo de los años, por lo que se debe llevar un control físico óptimo para mantener el peso recomendado.