Tres años y medio después de la primera marcha "Ni una menos", feministas que luchan desde hace décadas y adolescentes que se sumaron al movimiento en los últimos meses, a partir del debate sobre la legalización del aborto, se unieron ayer a la tarde con la misma energía en las calles de Salta.
Cerca de las seis se encontraron en la plaza 9 de Julio organizaciones sociales, políticas, sindicales y salteñas autoconvocadas para movilizarse por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemoró el domingo 25 de noviembre.
El recorrido fue el habitual -desde la primera cuadra de Zuviría hacia la Legislatura y de nuevo a la plaza- y la columna ocupó más de tres cuadras.
Caminaron juntas las chicas que recién salían del colegio y referentes como Alicia Ramos, que se jubiló como directora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres en 2016, y se hizo conocida como la cara visible de la Consavig (Comisión Coordinadora de Acciones para la elaboración de Sanciones de la Violencia de Género) en Salta.
"Hoy vine por todas las que faltan por este sistema patriarcal y machista. No tenemos que olvidarnos de ellas. El Estado es responsable. La Justicia no debería llamarse Justicia por cómo actúa con las mujeres", dijo a El Tribuno Agustina del Basso.
Con sus 14 años, mochila al hombro, una cinta violeta contra la violencia machista y otra verde en apoyo a la legalización del aborto, Agustina no dudó en reiterar la consigna que sonó en muchos de los cantos que alegraron la marcha: "América Latina va a ser toda feminista".
Los pedidos fueron diversos, como las miles de mujeres que se habían agendado el compromiso de manifestarse en la tarde de ayer. Edades diferentes y formas distintas de expresar el reclamo confluyeron en la calle, como en cada marcha.
Mientras unas llevaron un petitorio detallado para leerlo a la hora en que se abriera el micrófono, otras intentaron alguna pintada; pensaron nuevas variantes para corear que el patriarcado "se va a caer"; prepararon carteles con los nombres de las víctimas de femicidio o se pusieron pelucas rosas para llamar la atención.
"Vine porque el número de femicidios sigue aumentando, a pesar de que hay muchas campañas. También por el aborto legal y por el ajuste que vivimos", dijo Valeria Flores, de 24 años, cuando caía la noche y empezaba la desconcentración en la plaza 9 de Julio.
Valeria contó que tuvo su "despertar" en el feminismo hace tres años y que disfruta de ver cómo crece cada 8 de marzo o 25 de noviembre el número de mujeres en la calle.
"El movimiento feminista viene arrasando y no vamos a retroceder bajo ningún tipo de amenaza ni política de apriete. Seguimos unidas, con la clara consigna del Ni una menos", aseguró Eugenia López, de la Colectiva de Artistas Feministas Warmi.
En el cierre hubo expresiones contra la reforma jubilatoria, las políticas financieras y la cumbre del G20, en un fin de año marcado por la crisis económica del país y su incidencia en la vida de las mujeres.