Isela Costantini fue incluida en 2013 entre las 50 mujeres más poderosas del mundo de los negocios según la revista Fortune y en noviembre de 2015 fue elegida como la CEO del año. Se desempeñó como presidenta de General Motors en el cono sur y fue gerenta de Aerolíneas Argentinas durante un año. 

En diciembre de 2017 publicó su primer libro “y creo que el único”, dijo en alguna entrevista: Un líder en vos.

“El libro lo empecé a escribir en el 2012 a raíz de la pregunta que me hicieron sobre cómo fue romper el ´techo de cristal´, de la cantidad de charlas que me pedían que diera o de la gente que me pedía que fuera su coach o mentor. Y ahí pensé que debía escribir toda la historia las cosas que funcionaron y las que no, las estrategias que implementamos e ideas que surgían a nivel corporativo y las nuevas visiones que teníamos sobre la administración y la organización”, dijo a LA GACETA y agregó que el libro lo escribió “rápido”. “Una vez que lo entregué a la editorial, pensé: ´ya no es mío´. Puse varios mensajes y en un formato para que cada uno que reciba el libro reciba un mensaje que pueda necesitar según el momento. Estoy contenta de que tenga vida propia el libro y de que encuentren algo que les pueda ayudar”, dijo.

La charla de Isela Costantini será hoy de 15 a 17 en el salón Terrazas. Las entradas se compran en línea hasta hoy al mediodía y tienen un valor de $200. El encuentro, organizado por Voces Vitales Salta, es un taller de liderazgo para mujeres emprendedoras, profesionales, empresarias, directivas de empresas.

¿Cómo fue ser una líder mujer, en las empresas en las cuales trabajaste: General Motors y Aerolíneas Argentinas?

En General Motors solo me di cuenta de la importancia de ser mujer o de lo que significaba crecer en una empresa siendo mujer cuando llegué a la Argentina y, luego de 14 años en la empresa me lo hicieron notar con la pregunta sobre “cómo fue romper el techo de cristal”. GM es una empresa que trabaja fuertemente la diversidad y busca encontrar talento entre las mujeres y dejando que crezcan y se desarrollen en una organización. La idiosincrasia latina es particular y uno encuentra la fortaleza en su personalidad para poder defender sus ideas, desarrollarse y poder crecer profesional y personalmente.

¿Sentiste la diferencia de ser mujer en Latinoamérica en los países en donde trabajaste: Brasil, Argentina o Paraguay?

La expresión del “techo de cristal” me hizo notarlo. En Latinoamérica es más difícil hay una mirada sobre de la mujer profesional diferente de lo que se puede ver en otros países como los europeos, Canadá o Estados Unidos. Creo que ser mujer es una responsabilidad muy grande porque cuando la mujer asume un cargo alto la miran desde el punto de vista de género y no solamente por su capacidad. No piensan cómo será como líder, si será eficiente o resolutiva o hacia dónde llevará la empresa siendo mujer. Hay una mirada de género desde afuera bastante grande y nosotras también tenemos en consideración cómo nos están mirando y juzgando no solamente por la capacidad profesional sino por el género y es un gran desafío, es algo para seguir trabajando e irá cambiando a medida que más mujeres ocupen posiciones de liderazgo y que puedan hacer que más hombres vean a mujeres y eso se convierta en algo natural para las empresa y la sociedad. 

Paraguay, por ejemplo, tiene una mirada sobre la mujer más crítica de lo que hay en los demás países de Sudamérica, es difícil ver el crecimiento de mujeres en posiciones en liderazgo allí. En Brasil y Argentina hay una mirada prejuiciosa o con expectativas en cuanto sobre la mujer como profesional y en puestos de liderazgo. Hay que abrir un paréntesis y mirar el país y el sector, porque hay sectores muy masculinos como el de la automotriz, donde yo trabajé. 

Sobre Aerolíneas Argentinas: “Creo que es una empresa viable y se puede solventar y ser sustentable”.

¿Cómo uniste la profesión de comunicación con el mundo empresarial, qué relación tienen? 

Para mi esa unión fue clave, antes pensé en trabajar en una empresa de azúcar y ya creían que era bioquímica. En General Motors, en Texas, pensaban que era ingeniera mecánica. Pero creo que mi profesión de comunicadora tiene mucho que ver con la curiosidad porque siempre quise entender cómo funcionaban las cosas y cómo se conectan. La comunicación está presente cuando uno quiere motivar a un equipo de trabajo, dar a conocer lo que tienen que hacer y que eso se entienda. Creo que como sociedad y líderes nos falta comunicarnos mejor para sacar lo mejor de cada uno, para poder tener empresas con empleados comprometidos ya que esas son las empresas más rentables. 

¿Qué te dejó tu paso por Aerolíneas Argentina, a cargo de una empresa pública?

Fue una experiencia muy buena a pesar de cómo terminó. Todos deberíamos salir del sector privado, aportar a lo público y volver, para entender las dificultades y la realidad de lo que es mover una empresa y hacerla eficiente. La experiencia fue muy positiva pude llevar a la práctica procesos y una mirada de eficiencia y motivación. Me quedo con todo el cariño muy grande de todos los empleados. Creo que es una empresa viable y se puede solventar y ser sustentable. 
 

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Fuente: La Gaceta