En mayo, desde 2020, logró estado parlamentario el proyecto de ley de Comercialización y Trazabilidad del Tabaco, que sintéticamente proponía brindar a Rentas mayores facultades a las actuales a los fines de fiscalizar, en el ámbito provincial, la legalidad en la comercialización de cigarrillos y los productos derivados del tabaco, como cigarros y tabaco picado para armar.
Rosso se mostró entusiasta para que ahora Diputados le dé sanción definitiva. Esto considerando que es representante de General Güemes, departamento productor de tabaco, materia prima esencial para la elaboración de cigarrillos. Lo que se traslada también al Valle de Siancas en su conjunto, al Valle de Lerma así como al departamento La Candelaria, que hace un total de 1.600 productores tabacaleros.
El propósito del senador Rosso es que se combata el ingreso y la venta de cigarrillos ilegales, ya que ello conlleva a la evasión impositiva- potenciada por la escasez observada el plena cuarentena, que ocasionó un perjuicio a este sector productivo, generador de trabajo por excelencia.
Afectando a la economía regional "aparecieron" de forma ilegal marcas como Rodeo, CR7, Hills y la ya "famosa" marca Achalay. Famosa porque el propietario de la marca Achalay, la empresa Tabes S.A., denunció periodísticamente el "robo" de su marca desligándose del fraude que se produjo a las arcas estatales y al FET con la venta de su "no" producto, el que llegó a costar $350 ante la desaparición de los cigarrillos legales.
Según informaron desde Nuevo Diario, desaparecieron los cigarrillos legales que reúnen todas las condiciones para la venta, incluidos los gravámenes impositivos, y simplemente dejaron de producirse, justamente por la pandemia ocasionada por el coronavirus.