La marcha que convocó el Arzobispado de Salta para repudiar el aborto no punible coincidió anoche en la plaza 9 de Julio con parte del grupo que se manifestaba por el Día Internacional de la Mujer y a favor del proyecto que presentará el Gobierno nacional para la interrupción legal del embarazo. Como era previsible, los sectores de los "pañuelos celestes" y "pañuelos verdes" estuvieron de frente y si bien no se registraron grandes incidentes, se vivieron momentos de tensión que pudieron haberse evitado si es que las manifestaciones se organizaban en distintos horarios. Hubo tiempo para evitar la confrontación.
Más allá de esa desinteligencia, las dos posturas quedaron expuestas ayer, como así también la certeza de que será muy difícil encontrar puntos conciliatorios entre ambas posiciones.
El lema con el que la Iglesia movilizó a quienes están en contra del aborto fue: "Sí a las mujeres, sí a la vida". Asistieron unas tres mil personas a la convocatoria que se puede estimar con un rápido cálculo entre las poco más de tres cuadras que estuvieron copadas en la marcha.
La manifestación arrancó puntual a las 19, en la intersección de San Martín y Alberdi, con la entonación del Himno Nacional y terminó con un misa en la Catedral Basílica, en cuyo frente se montaron pantallas y parlantes para que los que no podían entrar al templo pudieran seguir el oficio religioso.
Mientras se desarrollaba la marcha también se hizo circular un documento para ser firmado que será presentado al gobernador Gustavo Sáenz en el que se le solicita una postura del Gobierno local contra el aborto no punible.
"Pediremos para que el Señor ilumine a los gobernantes y legisladores de modo que adviertan la gravedad de lo que está en juego en este debate: el don de la vida humana. Toda vida vale. Si vivimos es un don que no nos ha sido negado, ¿por qué negarlo al bebé que quiere seguir viviendo en el seno de su madre y nacer a la luz del sol como nacimos nosotros?", reza el parte de prensa con el que el Arzobispado salteño invitó a sus fieles a marchar.
"¿Por qué no pensar en ayudar a la mujer que está en dificultades para llevar adelante su embarazo creando condiciones que humanicen esta etapa de su ser? ¿Por qué Argentina, la tierra bendita del pan, ha de ser mezquina con el niño que quiere nacer? ¿Por qué el propósito de luchar contra el hambre se detiene ante el niño que tiene hambre de seguir viviendo en el vientre materno?", continúa la reflexión y resume las motivaciones que manifestaron quienes participaron de la jornada cristiana.
Los incidentes
A medida que se acercaba la marcha de la Iglesia por calle Buenos Aires hasta la intersección de Caseros aumentaba el clima de tensión. Finalmente, lo esperado ocurrió en esa esquina. Un grupo de unas 30 mujeres, la mayoría adolescentes, empezaron a gritar e insultar contra los manifestantes opuestos. La respuesta del otro lado fue el canto de “se siente, se siente, la vida está presente”. El punto más ríspido fue cuando una mujer policía recibió un par de cachetazos de parte de unas jóvenes que pensaron que la agente quería detenerlas, pero, por lo que se vio, solo trataba de separarlas.