SOCIEDAD

"La revolución celeste en Salta": la voz de una joven representante que rechaza el aborto legal

"La revolución celeste en Salta": la voz de una joven representante que rechaza el aborto legal

Encargó miles de pañuelos celestes para identificar a los detractores del proyecto de ley que tiene media sanción. “Es momento de salir a la calle porque quizás en dos semanas se apruebe”, dijo.

En la sala de conferencias de un hotel céntrico, y vestida completamente de azul y celeste, Juliana espera que las sillas vacías se ocupen y así comenzar una nueva reunión organizadora de lo que llamaron “revolución celeste”.

Espera también a LA GACETA y agradece el interés. Asegura que es la primera vez que alguien de los medios se acerca a hablar con las agrupaciones “pro vida”.  “Los medios estuvieron mostrando una sola cara”, dice.

Juliana Sierra es una de las tantas –y tantos- jóvenes que se movilizan para que el proyecto de ley por la interrupción voluntaria del embarazo, con media sanción en el Congreso, no llegue a aprobarse en la Cámara Alta el 8 de agosto próximo. Ella es una de las salteñas que encargó la producción de miles de pañuelos celestes con la inscripción “Salvemos las dos vidas”, el lema de las organizaciones detractoras de aborto legal.

Notoriamente movilizada por la discusión en el Congreso, contó que previo a la reunión en el hotel estuvo siguiendo por internet el debate en Senadores y el que transmitió LA GACETA por Facebook Live, donde estuvieron invitadas la cineastaLucrecia Martel y la bioquímica Rosa Zacca, quien más tarde llegaría a la misma sala del hotel.

“No sé si están ganando un terreno -dice en relación al movimiento “verde” a favor del aborto legal-, pero creo que los medios nos hacían creer que lo estaban ganando e imponiéndose en todo el país”, advierte.

Ante este contexto, Juliana dice que era necesario salir a las calles y mostrar “que hay una gran parte de la Argentina que no está de acuerdo con lo que propone el pañuelo verde”.

A la vez, dice que era necesario identificarse.

“Como lo del verde estaba súper instalado, y lamentablemente no contamos con el lobby que cuentan las verdes, no tenemos las ONGs que las patrocinan, y no lo digo peyorativamente porque yo me llamo celeste –aclara-, nosotros teníamos que identificarnos”, explica.  “Ves el pañuelo verde y ya identificás qué proponen”, asegura.

Entonces, a partir de los debates en Diputados se promovió el uso de un pañuelo fucsia con el slogan “Salvemos las dos vidas”. Pero no tuvo mucha fuerza, por lo que inmediatamente se convocó a manifestarse en contra del aborto legal con una prenda celeste o globos blancos y celestes, “como representando la argentinidad”, subraya Juliana.

"Después de eso se empezó a instalar el pañuelito celeste para identificarnos. Y de esta manera decimos que esta ola o revolución celeste existe, y que los medios de comunicación no pueden hacer oídos sordos a las movilizaciones que hicimos”, resalta y a la vez recuerda las multitudinarias manifestaciones en Salta, desde el monumento a Güemes.

No obstante, a la vez que destaca el auge de este movimiento, advierte que empezó a tomar fuerza tardíamente. “Cuando salió la media sanción no podíamos creer y empezamos a movernos para hacer los pañuelos celestes en Salta”, relata. Pero la producción de esas prendan demandan por lo menos 20 días, por lo que no todos los salteños que los pidieron lo tienen aún.

Igualmente, Juliana no es la única salteña que encargó miles de pañuelos celestes. Asegura que hay otras personas que a través de internet los solicitaron y se venden en Salta. Se los consigue entre 25 y 30 pesos, a valores similares de los pañuelos verdes.

Pero si no lo pueden comprar, la joven recomienda: “como los tiempos corren, pedimos que si tenés un pañuelito, una vincha, una cintita o prenda celeste, anímate a salir a la calle como identificativo. No con la idea de salir a pelearte con la gente, sino que se vea que hay una gran generación que pedimos esto: salvemos a las dos vidas, porque creemos que el aborto no puede ser nunca la solución a nada”.

También espera que en las próximas manifestaciones se sumen más personas en Salta. En su opinión, y en relación a otras provincias, Juliana considera que “es difícil que el salteño salga”.

“Me gustaría que se sumen muchos más, porque estoy segura que el salteño defiende las dos vidas, cada uno lo hace desde donde más cómodo se siente (rezando, con un like en las redes sociales). Pero creo que es momento de salir a la calle porque quizás en dos semanas se apruebe la ley. Es momento de salir”, enfatiza, mientras la sala del hotel céntrico de Salta se va llenando y los presentes esperan a unos jóvenes misioneros de México, donde el aborto es legal, pero ellos advierten que la legalidad no tuvo impacto en la mortalidad de las mujeres.

“Sigamos rezando, dando like a la foto o retwitteado, pero también es necesario que nos hagamos ver. Es el último empujón quizá”, repite Juliana, quien se describe como integrante de Unidad Pro Vida, una red que agrupa a más de 200 organizaciones del país “en defensa por nacer y de la madre”, católica y una joven que trabaja hace ocho años para infundir valores desde un “apostolado de la moda”.

“Lo que hacemos es inculcar valores a través de la moda. Hoy es difícil poder llamar a las chicas para darle una charla sobre valores y cómo hacer respetar su cuerpo; y capaz no llama la atención el título, por eso a través de la moda, de la asesoría de imagen y charlas de autoestima y de maquillaje tratamos de meter los valores”, detalla.

Desde este lugar, Juliana cuenta que también realizó “timbreos” en varios barrios de Salta y en base a esa experiencia concluye que a la mayoría de “las casas les parecía aberrante que como Estado se tenga que llegar a proponer como solución al aborto”.

“Si llegamos al aborto, es porque antes nos olvidamos muchas cosas. La solución es educación. Hay que instrumentar las leyes que existen, pero esto depende del gobierno deficiente que existe. Ante leyes que ya existen, y las fuimos olvidando a lo largo del tiempo porque no las pusimos en práctica, no podemos pretender otra ley con la que no estamos solucionando nada”, enfatiza la joven, ya en una sala más colmada y a punto de comenzar la reunión, en la que se diagramará los siguientes pasos de “la revolución celeste”.

 

 

Fuente: La Gaceta



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