Si bien la mayoría tiene una imagen “regular” de las actividades agropecuarias, una gran parte de los salteños no tiene una imagen muy favorable de quienes representan este sector, es decir, los productores rurales. Así lo muestra una encuesta que realizaron investigadores de la Universidad Católica y la Universidad Nacional de Salta.

Según esta investigación, los aspectos en que la mayoría de los encuestados coincidía era que “los finqueros y empresarios del campo ganan mucho dinero”; en el campo “hay mucho trabajo ilegal y esclavo”, y que “es un sector de poder y concentración económica”, entre otras cualidades que perfilan a los productores agropecuarios como poco amigables con la comunidad.

“La sociedad considera buena, útil y necesaria a la actividad agropecuaria, pero no tiene buena imagen del productor”, reconoció el productor salteño y coordinador regional de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), Ezequiel Vedoya, en diálogo con LA GACETA.

La investigación es parte de lo que será compartido y ampliado en el Congreso regional de CREA en el noroeste, que se llevará a cabo en el Centro de Convenciones de Salta, el próximo 22 y 23 de noviembre. En este evento, según comentó Vedoya, la idea es compartir las experiencias y cambiar la mirada del campo. La cuestión es “cómo gestionamos para mejorar la comunicación con el entorno”, agregó.

A su entender, la mayoría de los salteños tiene una imagen negativa de los productores, porque desde el sector “hay cierta indiferencia al entorno y la sociedad”.

Entre los conceptos que se asocian con esta esta imagen desfavorable figuran: la explotación de los trabajadores rurales, los desmontes, la contaminación del ambiente y la evasión de impuestos.

Al respecto, Vedoya aseguró que los desmontes “son cada vez menos”. Y que “todo lo que queda para desarrollar es para la ganadería, ni soja, ni granos”, sostuvo. Consideró que las denuncias sobre deforestación, principalmente las de la organización ambientalista Greenpeace, “no siempre son ciertas”, pero “tienen  mejores comunicaciones”.

Además, dijo que “hay un universo de productores muy grande, en el cual hay unos pocos, la minoría, que hacen las cosa muy mal”. Así reconoció la explotación de trabajadores rurales en ciertas fincas.

“El trabajo esclavo, aunque prefiero llamarlo inhumano o en malas condiciones, es inconcebible, pero por algunos pocos que hacen muy mal su actividad, te arruina la imagen del resto del productor”, opinó y consideró necesario que todo el sector “salga a repudiar” estos casos.