La mañana soleada abrigó del frío el homenaje a todos los rescatistas de la docente universitaria extraviada la noche del domingo 16 agosto en las alturas cercanas al cerro Pacuy, en el paraje de Chorrillos, sobre la ruta nacional 51, en plena Quebrada del Toro.
Además de los montañistas y los grupos de apoyo de la Policía de la Provincia, estuvieron los baquianos de las comunidades originarias cuya labor fue fundamental para hallar con vida a Analía Ibáñez Sierra. Estuvieron Víctor César Cruz, Martín Padilla y el pequeño hijo de Patricio Cruz, que lo representó en el acto de reconocimiento organizado por la Municipalidad de Campo Quijano. Los tres baqueanos recibieron medallas por la labor prestada.
"Todavía no caemos"
Después de la sencilla ceremonia Víctor "Crucito" Cruz volvió a dialogar con El Tribuno y dijo: "La verdad, que todavía no caemos por todos estos agradecimientos. La señora, por suerte está bien, y con su familia. Hicimos lo que podría haber hecho cualquier persona, que es ayudar a quien lo necesita. Allá en el cerro es complicado si se pierde la huella, sumado al frío y al miedo. Hubiera sido fatal si no se actuaba como lo hicieron todos los rescatistas. Nosotros fuimos uno más de todo ese grupo lindo de gente".
Cruz, sin apartarse de su sencillez y calidez al conversar, contó cómo fue la comunicación posterior con Analía días después del rescate. "Días pasados me llamó la señora, nos emocionamos los dos. Me dijo que está mejorcita y con sus hijos. A Dios gracias, la señora está bien, ya pasó todo, hablamos un rato. Se me cayeron algunas lágrimas, me agradeció mucho", contó.
Realidades distintas
Cruz y Padilla tienen cada uno distintas realidades por estos tiempos. Martín bajó desde Incamayo para este reconocimiento, y dijo: "Estoy preparando la tierra para sembrar, así que me vine por un momento y vuelvo a mi casa. Es lindo el reconocimiento, voy a llevar esta medalla con alegría de haber hecho bien las cosas. Si debo volver a ayudar a alguien que lo necesite en el cerro lo voy a hacer; siempre hay que dar una mano".
Por el lado de Cruz, sigue en la casa de su mamá en medio de los cerros de San Lorenzo. La próxima semana parte a Incahuasi, en la Quebrada del Toro, a preparar la siembra de papas y arvejas. "Debemos dar vuelta la página a este episodio. La montaña nos dio una lección a todos. De este rescate vamos a aprender, los que vivimos en los cerros y los señores que van a pasear o practicar el montañismo", concluyó Víctor.
La noche del domingo 16 de agosto, Analía Ibáñez Sierra junto a su compañero de travesía perdió el rastro al descender del Pacuy, cerro de 4.100 metros de altura. A unos 3.500 metros, la docente se perdió en medio de la noche. Su compañero la buscó en medio de la oscuridad sin poder dar con la mujer. El lunes, a través de una denuncia y pedido de rescate, se inició un largo periplo de búsqueda contrarreloj. El frío, las temperaturas bajaron a 10 grados bajo cero en las alturas, hacía temer lo peor. Pero el miércoles a las 15 fue hallada y recién pudo ser bajada en camilla desde las alturas en la madrugada del jueves, después de 12 horas de traslado a pulso por sendas inaccesibles.
Los reconocimientos
"Reconocimos la labor de cada grupo de rescate que acudió a buscar a la profesora extraviada. Desde los clubes de montaña a la policía y aquellos vecinos que, desde el anonimato, contribuyeron a salvar a Analía. Eso fue lo más importante de esta historia que tuvo un final feliz, gracias a todos y sobre todo a estos vecinos que dejaron sus quehaceres diarios para colaborar", destacó el intendente de Campo Quijano, Carlos Folloni, en medio del acto de entrega de reconocimientos.
En nombre de la comunidad de Campo Quijano se agradeció a todos los que estuvieron en esos días de búsqueda. "Se valora el esfuerzo de estos hombres y mujeres. En particular de nuestra gente de la Quebrada del Toro. Su solidaridad puesta de manifiesto ayudó a este rescate exitoso", concluyó el intendente.