Una vez más, la marea verde volvió a copar la calle. Bajo el lema “Si estuviste, tenés que estar”, este 28 de septiembre organizaciones feministas de todo el país marcharon para pedir “por el aborto seguro y gratuito, por la Educación Sexual Integral (ESI), por vidas dignas” y para luchar “contra las derechas, el ajuste y el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
La fecha elegida para la movilización, que coincide con el Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, se decidió a partir de un proceso asambleario convocado luego de los resultados de las elecciones primarias el pasado 13 de agosto y frente a la posibilidad de que la ultraderecha pueda gobernar nuestro país.
“Sentimos que se habla muy banalmente de dar de baja derechos y se señaliza el movimiento feminista como enemigo. En ese contexto, nos pareció importante dar una respuesta unitaria en las calles y en todas las provincias”, explicó a Infobae la integrante del colectivo #NiUnaMenos, Luci Cavallero.
En Capital Federal, el punto de encuentro fue la Plaza de Mayo. Minutos antes de las 16, distintas agrupaciones comenzaron a encolumnarse sobre la avenida de Mayo para marchar hacia el Congreso. Hubo banderas, batucada, strass y glitter. Como sucedió en diciembre de 2020, cuando el Senado aprobó la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el verde volvió a apropiarse de la Ciudad.
En la esquina de Perú al 500, Andrea Bohus (41) espera a sus colegas y compañeros de militancia, todos de la Asociación de Enseñanza Media y Superior (Ademys), con su equipo de mate. La Educación Sexual Integral (ESI) es uno de los principales motivos por el que los docentes se acercaron a la movilización. La probabilidad de que la ultraderecha elimine la normativa, si llega al gobierno, es un temor latente en el gremio.
Hace unos días, explica Andrea a Infobae, hubo un par de “atentados” en distintas escuelas. “Dejaron carteles diciendo: ‘ESI es abuso de menores’ y ‘ESI es pedofilia’. Nosotros, por supuesto, lo denunciamos. Se trata de personas negacionistas que apuntan contra los derechos de las infancias y las adolescencias. Por eso, hoy más que nunca, estamos de vuelta acá poniendo el cuerpo”, sostiene.
Junto a ella están Mariana Scayola (42), Secretaria General de Ademys, y Jey Fort Flanagan (52). Ambos llevan más de dos décadas dedicándose a enseñar. Sobre la ESI, sancionada en 2006, Scayola sostiene que todavía hay dificultad para ponerla en práctica: “La realidad es que depende de la buena voluntad de los docentes. Muchas veces nos falta material, capacitación y acompañamiento. Sobre todo cuando aparecen ‘situaciones difíciles’ y necesitamos tener fundamentos para explicar por qué hacemos lo que hacemos. A eso, ahora hay que sumarle los discursos que favorecen ese planteo, como si la ESI fuera una cuestión ideologizante”.
A su lado Jey agita una bandera LGBT+. Lleva puesto un guardapolvo blanco, escrito con marcadores por sus alumnos, que conserva desde fines de 2001, “para evocar el ‘Nunca más’”. “Soy docente y ciudadano. Nos robaron. Ahora nos pegan”, dice sobre su espalda, en letra roja. “Creo que este momento del país tiene una similitud muy grande con lo que pasó hace 22 años. No solo por lo económico, sino también social y culturalmente. Me enerva cuando distintos sectores conservadores hablan del adoctrinamiento de la ESI. Nosotros no pretendemos adoctrinar a nadie. Simplemente, mostrar opciones y que las infancias y adolescencias sepan que pueden decidir sobre su cuerpo”, sostiene.
Desde la Unión Nacional de Clubes de Barrios vinieron a marcar la cancha “por el Ministerio de la Mujer”. “Gracias a la Ley Micaela, todos los clubes de barrio recibieron una capacitación en temáticas vinculadas a la perspectiva de género, diversidad y abordajes de violencias. Todo eso permitió que muchas mujeres avanzaran más en estos espacios, que siempre fueron masculinos. Ahora, muchas de ellas dejaron de ser las que llevan los sanguchitos o se ocupan de la limpieza y pasaron a ser presidentas o a estar en la comisión. También abrió paso para dar talleres de ESI o de Gestión Menstrual”, explica a este medio Florencia Cabral (34), actual presidenta de la comisión del Club Mariano Moreno de La Matanza, y madre un adolescente y de una niña de 2.
Pasadas las 17, la batucada de “Las Rojas”, comenzó a sonar con más fuerza. A la columna de organizaciones que avanzaba sobre avenida de Mayo, de a poco, comenzaron a sumarse más mujeres, algunas llegaban solas o en pequeños grupitos.
Lidia tiene 70 años, el cabello plateado y un pañuelo verde que le envuelve el cuello. Llegó sin compañía desde Saavedra porque, a diferencia de otras veces, sus vecinas no pudieron venir. “Ahora soy jubilada, pero toda mi vida fui partera del Hospital Pirovano. Estoy acá para reivindicar la ley de Aborto. Es un derecho conquistado y, hoy, un triunfo muy importante”, asegura orgullosa.
Cerca de las 17.30, Nora Cortiñas, histórica referente de Madres de Plaza de Mayo, se unió a la marea verde en la intersección de San José y avenida de Mayo. Lo hizo en silla de ruedas junto a Elia Espen, integrante de la organización Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Ambas se mostraron emocionadas y conmovidas de poder estar allí.
“La Libertad es nuestra”; “Milei no es Mi Ley”; “Menos misa y más miso”, dicen algunos de los carteles que desfilan por la calle mientras la multitud avanza hacia el Congreso de la Nación.
Florencia tiene 35 años y es estudiante de Educación Primaria. Le faltan pocas materias para recibirse y, actualmente, ya da clases como parte de sus prácticas. “Vine por distintos motivos, pero el principal es defender la Educación Sexual Integral: un derecho fundamental para las infancias que están desprotegidas”, dice mientras camina con su guardapolvo blanco y levanta su cartel: “Nuestros derechos no se negocian”, asegura en referencia a los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Y sigue: “Los docentes necesitamos poder llevar a cabo la ESI con la garantía de no ser perseguidos. Lo que noto es que hay mucha desinformación de parte de las familias. La palabra ‘sexual’ les remite al acto sexual y no entienden que es para hacer valer los derechos y conocerlos”.
En la intersección de Lima y avenida de Mayo flamean las banderas de Mumalá y de Libres del Sur. Entre las militantes de ambas organizaciones, además, sostienen una tercera de color verde: “Aborto Legal”, dice en letras blancas.
Daniela Gasparini (39) es psicóloga y referente de Libres del Sur. “Estamos acá porque no vamos a dar ni un paso atrás en la defensa de nuestros derechos y conquistas”, sostiene en referencia al lema que las movilizó.
A su palabra se suma Silvia Saravia, de Mumalá. “Vemos con mucha preocupación los discursos de los candidatos que plantean recortar derechos que venimos militando desde hace muchos años y por los que nos hemos movilizado hasta conquistarlos, como el Aborto Legal”.
Tal como estaba previsto, la movilización culminó en el Congreso de la Nación, donde las organizaciones feministas leyeron un documento consensuado, para ratificar y defender las conquistas de los últimos años.
La locutora Liliana Daunes fue quien tomó la palabra y destacó que todas las calles del país fueron tomadas porque “sobran las razones para movilizarnos”. “Apostamos a la unidad de acción, amplia y diversa para enfrentar a las derechas, al ajuste y al FMI”, expresó.
Asimismo, en el texto conjunto, las organizaciones llamaron a defender el aborto “que ya es ley”, y exigieron “el acceso pleno a la interrupción voluntaria del embarazo en todo el sistema de salud público y privado”.
Reclamaron, además, el “acceso universal y gratuito a todos los métodos anticonceptivos” y por la “aplicación afectiva de la educación sexual integral laica, feminista y no binaira en las escuelas”.
También, se pronunciaron contra el “pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta”; “contra el extractivismo y decimos arriba los derechos de los pueblos originarios”; contra “la precarización laboral”; “no a la devaluación impuesta por el FMI y no a la dolarización”.
En la lectura denunciaron “que quienes quieren cerrar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidades, buscan avanzar en una ofensiva contra nuestros derechos” y reclamaron “basta de femicidios, trans-travesticidios y crímenes de odio”.
Finalmente, repudiaron “todo ataque de tipo fascista como el intento de magnicidio contra la vicepresidenta (Cristina Fernández de Kirchner), los crímenes de odio y la impunidad”, y pidieron “justicia por el asesinato de Facundo Molares”.
“¡En defensa del derecho al aborto que ya es ley! En las calles la conquistamos, en las calles la defendemos ¡ningún retroceso contra nuestros derechos!”, cerró el texto firmado por el colectivo Ni Una Menos.