Una mujer salteña contó su experiencia de cómo fue volver a casa luego de ser repatriados por la pandemia que paralizó al mundo entero. Ella y sus amigas explicaron que el viaje de España hasta el país fue “espectacular”, pero desde Buenos Aires a Salta sintieron que viajaron “como animales”.

Salieron en un crucero a principios de marzo con destino a la ciudad de Málaga, pero no pudieron hacerlo porque el COVID-19 (coronavirus) había avanzado en España. Las fronteras estaban cerradas y no le permitían el ingreso a ningún país. El destino del crucero cambió y luego de 20 días pudieron desembarcar en Génova (Italia). Desde allí viajaron a Madrid para poder volver a Argentina en un avión sanitario.  

En diálogo con LA GACETA comentaron que cuando volvieron en el avión se tomaron todas las medidas sanitarias y venían separados en los asientos. “Cuando llegamos a Buenos Aires nos tomaron la temperatura y nos dijeron que no había avión a Salta solo a Tucumán, pero un solo pasaje y lo cobraban una fortuna”, señalaron.

A las ocho llegaron al Aeropuerto de Ezeiza y estuvieron esperando hasta las cuatro de la tarde para tener novedades sobre cómo volver a Salta. Luego de media hora llegó el colectivo que iba a trasladarlas.

Estado del colectivo donde viajaban las salteñas

“Tuvimos que seguir esperando hasta que el bus se llene por completo, no solo viajamos nosotras, sino que además jujeños, tucumanos y santiagueños. Los asientos no tenían distancia, estábamos amontonados, encima no paro en ningún momento porque no podemos bajar por obvias razones, pero el baño estaba imposible”, subrayó la pasajera.

Asimismo, agregó angustiada que a todos ellos los mandaron en un colectivo juntos sin saber uno el destino del otro. “En Tucumán fue el único lugar donde nos tomaron la temperatura, pero después nada más, estoy afligida, espero que a ninguno nos agarre coronavirus. Nunca imaginé que la situación en el país era de esta manera”, concluyó la mujer que prefirió resguardar su identidad.