Una niña de 5 años y 9 meses, llamada Norma Delgado, de la comunidad wichi de Pozo del Tigre, llegó agonizando ayer por la mañana al hospital de Santa Victoria Este, distante a unos 8 kilómetros de esa comunidad. La llevaron una tía y un tío que solo pedían asistencia para esta pequeña que se desvanecía y vomitaba. El último control que registran haberle hecho a la niña los agentes sanitarios de la zona data de junio del año pasado, luego fueron varias veces a buscarla, de acuerdo a lo que dicen, y nunca la encontraron para revisarla. Fue ayer cuando volvieron a verla en el hospital, a punto de morir.
El gerente del nosocomio, César Oviedo, informó a El Tribuno que la niña "llegó en estado convulsivo, con fiebre de 7 días, muy descompensada, y con mucho vómito fecaloideo (con contenido de materia fecal). Cuando uno ve este cuadro presume que el posible origen pudo haber sido una oclusión intestinal, pero no tuvimos oportunidad de comprobarlo porque la estuvimos reanimando todo el tiempo". El médico agregó: "En el proceso de que la trajeron al hospital es probable que se hubiera broncoaspirado, pero tampoco lo pudimos comprobar. No tenemos clara la causa de muerte".
Sobre las maniobras para salvarle la vida, Oviedo contó que "fue una emergencia, estuvimos muchas horas tratando de compensarla. Es muy triste el resultado. Las maniobras de reanimación se hicieron por un período de tres horas en el hospital de Santa Victoria, con la ayuda de profesionales del hospital Materno Infantil que estaban dando una capacitación para médicos y enfermeros. La reanimamos todo el tiempo hasta que llegó el helicóptero para llevarla, alrededor de las 13 horas, al hospital Perón de Tartagal, donde llegó con vida y allí trabajaron en su reanimación y compensación pero alrededor de las 15, lamentablemente murió".
La muerte de Normita enluta al Chaco salteño y se produce en el marco de las acciones que desarrollan los gobiernos nacional y provincial en contexto de emergencia sociosanitaria para los departamentos Rivadavia, San Martín y Orán, a raíz de la muerte de niños y niñas del pueblo wichi por desnutrición y otras causas evitables.
Recordamos a los muertos en contexto de emergencia que se conocieron en lo que va del año: la mamá wichi Mariela Rivera, de 36 años, quien pereció en enero dando a luz su decimosegundo hijo. Ella dejó a 9 huérfanos en el paraje Santa María. También las breves vidas de los niños wichis Lucas Darío Basualdo, Pablo Herrera, Noelia Sánchez, Luis Alberto Álvarez, el niño de Misión El Quebrachal que murió en su cama; Lautaro, el bebé de El Tráfico que pereció en la ambulancia que lo trasladaba desde Morillo y se rompió camino a Embarcación. En febrero fueron informadas las muertes de Maira Yanet Torres, de 5 años, de la comunidad wichi del paraje San Luis, quien expiró en los brazos de la ministra Medrano mientras le practicaba RCP en Santa Victoria Este; y la octava víctima es Zoe Torres, de 1 año y 11 meses, quien sufría una infección respiratoria, agravada por desnutrición. Era de Santa María. Y ahora hay que lamentar a la peque- ña Normita Delgado.
Una beba murió en la panza este domingo
“A mi beba ya no me la devuelve nadie. Pero no quiero que le pase lo mismo a otro”, dijo Luis Montes, de la comunidad wichi Misión Salim (a 25 km de Embarcación, en el departamento San Martín), perdió el sábado a su séptima hija, cuando estaba en el octavo mes de gestación. La madre de la beba está internada grave en el hospital de Orán.