Los choferes de La Veloz del Norte que habían sido sancionados por la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) por supuesto consumo de estupefacientes fueron absueltos ayer luego de ratificarse, mediante pruebas de laboratorio, que no tenían ningún tipo de drogas en sus organismos sino vestigios de haber coqueado.
El caso fue un escándalo en programas televisivos y radiales de Buenos Aires el domingo pasado, cuando se conoció que ese día a cinco de seis conductores de la empresa de transporte salteña les dio positivo el narcotest que inspectores de la CNRT les hicieron antes de emprender, con tres colectivos, un viaje con alumnos de un colegio del barrio porteño de Almagro hacia Mar del Plata. En la desprolija difusión mediática incluso se había comunicado que algunas pruebas de alcoholemia también dieron positivo, pero fue una difamación.
La partida de la excursión estudiantil estaba prevista para las 7, pero se demoró seis horas, hasta que fueron reemplazados los choferes sancionados, a quienes les habían retirado sus licencias para manejar.
"Tuvimos que esperar hasta este miércoles (por ayer) para que las pruebas de laboratorio confirmen que no estábamos drogados ni nada. Lo que se detectó fue el consumo de hojas de coca, que no es ilegal", contó a El Tribuno Miguel Armando López, uno de los perjudicados por el control de la CNRT.
Aseguró que ninguno de los choferes siquiera había coqueado esa mañana, sino que tienen el hábito de hacerlo en sus descansos, al igual que gran parte de la población norteña. Dijo que en su caso había coqueado dos días antes del viaje.
"Coqueo desde siempre, es una costumbre que tampoco es ilegal aunque no lo hago cuando trabajo, por eso no podía creer cuando nos sancionaron", se quejó Miguel y recordó el mal trago que también pasó su familia ante las falsas noticias de la televisión.
El aparato de narcotest que utilizaron los inspectores de la CNRT es manual y brinda resultados casi al instante. Detecta rastros de marihuana y cocaína en la saliva, pero no discrimina entre uno u otro estupefaciente, como así tampoco la cantidad de consumo. No es la primera vez que con ese instrumento se confunde la hoja de coca de su derivado narcótico.