El domingo 29 de julio, Agustina Gamboa Arias le puso fin a su silencio. En las redes sociales denunció que es hija del sacerdote Carlos Alberto Gamboa quien la reconoció años más tarde porque la justicia se lo ordenó.
La noticia causó revuelvo en la Iglesia de Salta porque se trata de un reconocido sacerdote, cercano al Arzobispo, Monseñor Mario Antonio Cargnello, con presencia en los medios de comunicación y uno de los grandes organizadores y colaboradores de la festividad del Milagro.
“Pido humildemente perdón a Dios, nuestro Señor y a todos los hermanos, por el dolor causado por la noticia, el escándalo que la misma suscita y el daño que los hechos han provocado”, dice el escueto comunicado de Cargnello, difundido ayer.
Mientras el caso es investigado por la Comisión Judicial, puertas adentro de la Iglesia reconocen a LA GACETA que el caso de Gamboa era “un secreto a voces” que se conocía en los pasillos del Arzobispado y en la comunidad de San Joaquín y Santa Ana, parroquia de la cual está a cargo el sacerdote.
“Había un secreto a voces, toda la gente sabía que había una hija o algo así”, aseguró monseñor Dante Bernacki. El Vicario general de la Iglesia aseguró que desde que estalló la bomba tuvo la posibilidad de dialogar con Gamboa, pero prefirió no contar detalles de esa conversación; no obstante indicó que cumplió todo lo que se le pidió.
“Él en la justicia cumplió lo que el juez le demandó, trató de ponerse en contacto con ella (Agustina), pero ella no quiso saber más nada de él y se fue a vivir a Buenos Aires”, relató y agregó que no se trata de un caso de doble vida.
“Él no siguió viéndose con la mamá, no siguió con esa relación sino sería un caso de doble vida. Hay arrepentimiento”, sostuvo.
Según Bernacki, el caso Gamboa se potenció porque apareció en medio del debate del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que despertó fuertes críticas por el rol de la Iglesia y sus vínculos con el Estado.
Qué será del futuro de Gamboa y cómo avanza la investigación
La investigación por el caso del sacerdote Carlos Alberto Gamboa está a cargo de la Comisión Judicial Arquidiocesana que recabará toda la información, y luego la elevará a la máxima autoridad de la Iglesia de Salta. Monseñor Mario Antonio Cargnello tomará una decisión.
Por estas horas Gamboa no estaría impedido de seguir al frente de la parroquia San Joaquín y Santa Ana, pero su posible alejamiento sería por una decisión personal.
Desde la Iglesia no niegan la historia pero aseguran que “se trata de una historia de hace 18 años” y que Gamboa “tuvo actitudes de cambio”.
Otra decisión que deberá tomar Cargnello y el mismo Gamboa es sobre su participación en la festividad del Señor y la Virgen del Milagro. Fuentes allegadas a monseñor Cargnello indicaron a este medio que el caso Gamboa lo golpeó fuerte por su fuerte vínculo.
Fuente: La Gaceta