Tal como anticipaban los especialistas que iba a ocurrir, la pobreza creció exponencialmente en el primer semestre de este año y alcanzó al 35,4 por ciento en todo el país. La situación de la ciudad de Salta es aún más grave: la cantidad de personas debajo de la línea de pobreza aumentó 15 puntos en sólo un año al pasar del 26,4 por ciento en el primer semestre de 2018 al 41,8 por ciento en el mismo período de este año. En términos absolutos, esto significa que hay 100 mil personas más cuyos ingresos no cubren los servicios y bienes básicos en una ciudad que tiene poco más de 620 mil habitantes.

Con estas cifras, la capital salteña se ubica como la cuarta ciudad del país con mayor porcentaje de personas bajo la línea de pobreza (sólo es superada por Concordia, Gran Resistencia y Santiago del Estero-La Banda).

Si se proyecta ese 41,8 por ciento al total de la población provincial, la cantidad de pobres asciende a por lo menos 590 mil, ya que habitualmente la pobreza tiende a ser mayor en el interior provincial. Vale decir que en la provincia no alcanza a cubrir la Canasta Básica Alimentaria el equivalente a la totalidad de los habitantes de la capital salteña.

La indigencia, por su parte, prácticamente se duplicó: pasó del 3,8 por ciento de las personas al 7,7 por ciento en términos interanuales, lo que significa que las personas que viven en hogares cuyos ingresos no cubren una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas pasaron de 23 a 37 mil. A nivel provincial, la indigencia estaría alcanzando a 108 mil personas.