Las familias campesinas, organizadas en la Asociación Campesina Guardianes del Monte (ACGM) que tienen sus puestos en los parajes del Chaco Salteño, plantearon que necesitan ayuda urgente de los municipios e instituciones públicas provinciales y nacionales para paliar la situación de emergencia que sufren por falta de lluvia. Advirtieron también que por las altas temperaturas y falta de agua y pastura, los animales comenzaron a morirse.
La región se caracteriza por tener en el año los extremos climáticos. Desde noviembre a marzo, lluvias que provocan grandes inundaciones y desde agosto a octubre, grandes sequías. Mónica Burgos, campesina y productora de puesto La Mina, Hickam, departamento San Martín, ruta nacional 81 a la altura del kilómetro 1810, dijo a Nuevo Diario que la falta de agua no solo es por la sequía, sino por la falta de represas y de perforaciones de pozos de agua.
"No hay pastura y el monte está pobre. Necesitamos agua para tomar y para los animales que se nos están muriendo", señaló.
Los campesinos proveen de cabritos y lechones y algunas verduras a los pueblos de Hickman, Embarcación, Dragones, Padre Lozano y Tartagal. "No somos asistidos por ningún organismo municipal, provincial o nacional.
Estamos abandonados en estas épocas. Hay campesinos que no tienen ni un tacho de agua para juntar agua de lluvia y el que tiene chapa puede captar agua. Hay personas que tienen un pozo con bomba, pero el agua no es apta para el consumo y no sirve ni para las plantas porque es salada, como por ejemplo en Los Blancos, en puesto La Mina y en algunos lugares de Dragones", graficó Burgos.
Agregó que por el agua muchas personas tienen problemas en riñones y de vesículas.