La semana pasada ingresó al Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta un proyecto de ordenanza para "incentivar" la donación de sangre para obtener plasma de pacientes recuperados del COVID-19. Proponen que a quienes le saquen sangre se le reduzca un 30% los impuestos municipales.
Visto así, la idea es buena. Pero cuando los que saben hablan, dicen que atenta contra el paradigma mismo de la "donación voluntaria".
El proyecto lleva la firma de Candela Correa, quien ya tuvo cruces, por las redes sociales, contra quienes comentaron sus posteos sobre la nueva iniciativa puesta a consideración de las comisiones de Salud y Niñez y de Legislación General. La política parece que hoy se debate más en las redes que el salones legislativos.
En el Expte. C§N§ 135-1278/20, Candela Correa presenta el proyecto referente a "declarar de interés municipal la donación voluntaria de sangre en pacientes recuperados del COVID-19, para la obtención del plasma".
Diversas personas que saben, que tienen muchos años y hasta profesionales a nivel nacional cuestionaron centralmente el artículo 4 del proyecto que dice textualmente: "Fijar como incentivo para los donantes con residencia en el municipio de Salta la reducción de un 30% de impuestos municipales por el período de un año".
"Lo que buscamos es que la Municipalidad le haga un reconocimiento al donante de plasma recuperado de coronavirus, es una motivación; no una retribución. La ley es de un tiempo donde no había pandemia y hoy todo ya cambió. Esto recién entra al trabajo en comisiones y la idea es debatir. Queremos ver la posibilidad de abrir un plenario para su discusión", dijo la concejal.
Sucede que la idea de Correa se superpone con una ley nacional 22990, conocida como "Ley de sangre" dice en su artículo 43: "La donación de sangre o sus componentes es un acto de disposición voluntaria, solidaria o altruista, mediante el cual una persona acepta su extracción para fines exclusivamente médicos no estando sujeta a remuneración o comercialización posterior, ni cobro alguno".
Quejas
Muchos profesionales y trabajadores del Centro Regional de Hemoterapia de Salta salieron a cuestionar porque justamente se vulnera el núcleo duro de años de política sanitaria.
La concejala emitió un comunicado en sus cuentas en donde corre la pelota del punto penal y busca "bautizar" a la iniciativa como "ley plasma".
"En virtud de la inexacta información que circula en redes sociales con motivo del proyecto de ordenanza de "plasma' que presenté la semana pasada en el Concejo Deliberante, me gustaría compartir con Uds. lo siguiente: La Resolución 134 C.D. de fecha 26/05/2020 declara de interés municipal la hemodonación voluntaria y habitual con el objetivo de incentivar a la población a ser donante voluntario de sangre para salvar vidas humanas, la cual en mi opinión resulta de vital importancia para la comunidad", afirmó la concejal.
Consideraciones desde el Garrahan
La hipótesis de que el plasma de personas que padecieron coronavirus sería un tratamiento beneficioso para los pacientes es realmente trabajosa de comprobar y todavía falta mucho camino para recorrer.
Esas precisiones las brinda Silvina Kuperman médica pediatra, especialista en Hemoterapia e Inmunohematología, jefa del Centro Regional de Hemoterapia y directora del Banco Publico de Sangre de Cordón Umbilical Hospital Garrahan. La especialista vio también la iniciativa de Correa y, consultada por El Tribuno, brindó su panorama.
“En este contexto, motivamos y promovemos que las personas que han tenido el diagnóstico de COVID-19 sean donantes para poder contar con la cantidad de plasma necesaria, teniendo en cuenta las siguientes premisas: la donación de sangre se enmarca en los principios éticos de la dignidad, autonomía (la capacidad de una persona de tomar una decisión informada y sin coacciones), beneficencia, no maleficencia y justicia. La sangre donada debe considerarse un ‘bien común’, para asegurar la dignidad del donante y de su donación, y no como una mercancía para otros fines. La donación de sangre debe ser voluntaria y no remunerada”.
Y agregó: “La persona que dona sangre debe hacerlo libremente y sin recibir pago o compensación por ello. Cualquier forma de incentivo u obligación a donar deber rechazarse por que afecta a la seguridad de la sangre y provoca desigualdad de acceso para los receptores. No debería coaccionarse a los donantes”, concluyó.
“Nadie me consultó”
La directora del Centro Regional de Hemoterapia, Betina Saracino, confirmó que nunca fue consultada por nadie sobre las iniciativas legislativas.
“No puedo dar una opinión sobre el texto, sobre lo que se trata porque nunca accedí a nada. Nunca nadie del equipo de Candela Correa o alguien de su equipo de colaboradores me vino a preguntar nada. También sé que hay un proyecto parecido en Diputados, pero todo es en base a rumores. No tengo nada oficial que me haya llegado”, dijo la doctora.