A raíz de un estudio, se presentará mañana en Salta un spot como parte de la campaña de comunicación publicitaria “Donde está escrito?”.
En base a un informe presentado en el primer semestre de este año sobre Representaciones y Experiencias de la violencia contra las mujeres en Salta, realizado en base a una encuesta de más de 400 datos, la Cooperativa Coyuyo en asociación con la Multisectorial de Mujeres de Salta y la Universidad Nacional de Salta, presentará mañana el spot “Donde está escrito?”
¿Dónde dice que el hombre debe salir a trabajar y la mujer quedarse en la casa? ¿Dónde está escrito que hay herramientas “para varones” y otra “para mujeres”? ¿Por qué se cree que las tareas de la casa son exclusivas de las mujeres?
Este proyecto, se propuso realizar un estudio de opinión enfocado en mujeres y varones de la ciudad de Salta del que se obtuvo un diagnóstico de las percepciones y representaciones que circulan en la sociedad salteña sobre las violencias. A través de ese diagnóstico, se eligió la Violencia Económica para realizar esta campaña. Este tipo de violencia, es uno de las más invisibilizados pero eficaces a la hora de perpetuar la desigualdad entre varones y mujeres.
El spot es contundente: un grupo de niños responde a preguntas tan básicas como ¿Quién hace las tareas de la casa?, o bien, ¿lo que hace la mamá en la casa, es trabajo?
La acción comunicacional “Donde está escrito?” busca, desde la interpelación a niños de barrios populares salteños confrontar el interrogante:¿Dónde está escrito que las tareas domésticas no son un trabajo como cualquier otro? ¿Dónde está escrito que las tareas que algunas mujeres hacen en la casa no puedan ser consideras como una forma de producción?
“Hay muchos tipos de violencia, la física ya se reconoce, pero hay otros tipos de violencia que están menos reconocidos y más naturalizada como por ejemplo, que la mujer debe quedarse en la casa”, explicó Martín van Dam coordinador del proyecto de Extensión Universitario de la Universidad Nacional de Salta.
Durante el estudio, relató el coordinador, surgió la presuposición de que las tareas del hogar son exclusivas de las mujeres y ese trabajo no es reconocido como trabajo.
“Las mujeres que respondieron en la encuesta daban por hecho que se debían ocupar de las tareas de la casa. También se les preguntó sobre sus sueños y aparecían muchos proyectos que quedaron truncos por la maternidad y por el hecho de ocuparse en las tareas del hogar. Se repitió la frase: ´me hubiese gustado hacer otras cosas, pero no pude´”, contó van Dam.
Mientras que, los varones encuestados apareció con más firmeza la idea de que las mujeres hacen el trabajo de la casa, “suponen que efectivamente lo tienen que ser hacer y manifiestan la idea de que ellas lo hacen mejor”, explicó van Dam y agregó: “también, cuando se profundizó la encuesta algunos varones asumieron tener celos de que la mujer trabaje fuera de casa. “Muchos confesaron que no deseaban que la mujer salga a trabajar afuera porque tenían miedo de que les sean infieles”.
En el estudio también hubo sorpresas: los varones más jóvenes mostraron mayor apertura en cambiar esa visión y los más grandes se mostraron más reticentes al cambio.
En este sentido, el corto audiovisual realizado por Nicolás Arnedo, describe la forma en que estos roles/valores son depositados en el imaginario de la sociedad desde la niñez y da una clara idea de cómo estas acciones que parecen individuales, se escurren en la estructura social y en nuestras prácticas cotidianas para generar percepciones sobre los roles de las mujeres y de los varones que terminan naturalizándose. “Trabajamos con niños con la intención de mostrar que las nuevas generaciones también esta naturalizado la distribución de roles y que de esa manera los adultos se vean interpelados desde ese lado”, concluyó el coordinador de proyecto de la UNSa.
La actividad se realizará mañana a partir de las 18hs en el Museo Casa de Hernández (La Florida 97).
A inicios de noviembre se conoció el dato de que el 36% de las mujeres que acudieron a la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) en 2017 denunciaron violencia económica y patrimonial.
La violencia psicológica fue denunciada por el 98% de las mujeres afectadas; la simbólica 72 %, la física 67% y la sexual, 10%.
El informe de la OVD, que funciona bajo jurisdicción de la Corte Suprema de Justicia, refiere a la evaluación del riesgo de las 8.496 mujeres mayores de 18 años que denunciaron violencia económica y patrimonial (36%).