En tiempos invernales, los aviones tienen que tener un cuidado especial para tener una buena función y evitar contratiempos. Es por eso que esta mañana se llevó adelante la primera operación de deshielo, con un nuevo equipo perteneciente a Aerolíneas Argentinas.

El operativo se realizó para el vuelo AR 1453 con destino a Aeroparque, en un avión Boeing 737-800. 

Este equipo implementado es único en el NOA y permite descongelar las aeronaves para las partidas en óptimas condiciones, evitando demoras o reprogramaciones por bajas temperaturas en todos sus niveles y ciclos.

¿Por qué es necesario deshelar los aviones con bajas temperaturas antes de que realicen un vuelo?

Como nosotros, los autos, calles y carreteras, los aviones también sufren las temperaturas bajo cero, la nieve y los hielos. Pero estas condiciones meteorológicas adversas no les impiden realizar sus vuelos programados si los aeropuertos están operativos; aunque hay que tomar una serie de medidas para eliminar la nieve y el hielo de la aeronave para que esta despegue con todas las garantías de seguridad.

¿Qué es? ¿En qué consiste? ¿Cómo funcionan los equipos de deshielo?

El equipo de deshielo consta de un vehívulo que lleva incorporado un depósito de 5.000 litros con una mezcla de agua y anticongelante, y una caldera con un quemador que hace que la mezcla se caliente y salga por el cañón a ¡nada más y nada menos que 82 grados centígrados! En el camión van instaladas unas bombas que elevan la mezcla de manera que, cuando el operador abre la válvula de escape, permite la salida del líquido a la presión necesaria.

Con este proceso se consigue eliminar cualquier resto de “contaminación” (denominación que dan los técnicos que realizan el deshielo a los diferentes tipos de congelación de los aviones, escarcha, hielo, nieve o agua nieve) para que las superficies queden limpias. Normalmente se realiza con una mezcla determinada de agua y glicol, que es un líquido transparente usado en soluciones anticongelantes. A la mezcla se añade un colorante anaranjado, para una fácil comprobación de la correcta aplicación sobre las superficies. El agua derrite el hielo, la escarcha o la nieve, mientras que el glicol evita su formación durante un determinado periodo de tiempo. El porcentaje de la mezcla a utilizar depende de la temperatura exterior.

Fuente: El Tribuno